Llegué a Viejo, pero…
Al Rescate de la Esperanza, que Anda Realenga… y hay que Atraparla Y pasó el tiempo, pasaron los años, llegaron limitaciones de movilidad, el pelo canoso, algunas dolamas. Algunos la reciben con orgullo y siguen transitando, otros, se añanglan y se sientan en el sillón. Hay quienes miran por una vieja ventana hacia la lontananza, hilando recuerdos, a veces con alegría y en ocasiones con tristeza. Llegó la vejez. Considero que todavía puedo llegar más adelante por los nuevos senderos … Ver más