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Te doy el Pésame

Al Rescate de la Esperanza, que Anda Realenga… y hay que Atraparla

“Te doy el Pésame”, es una expresión que se suele escuchar cuando alguien conocido o un familiar fallece. Eso no está mal. No empece hay otras expresiones y acciones las cuales se pudieran hacer o decir. Al decir “Te doy el Pésame” le estamos recordando a la persona lo que ha ocurrido. Tal vez, se pudiera decir: “Recuerda que estamos contigo”, “Si en algo te puedo ser útil, cuenta conmigo” Necesitas algo de a Farmacia o del Supermercado? Existen muchas expresiones y maneras para aliviar la tristeza ante una pérdida de un ser querido.

“Es fácil no comprender las cosas que Dios tiene para enseñarnos,
por cuanto no podemos imaginarnos que él participa en el dolor, o
en la desilusión, o en la aflicción que nos produce la pérdida de
algún ser amado o de algo que estimamos mucho.”

Horacio Alonso

No pienses que me he ido
“Si algún día visitas mi tumba no llores, solo imagina que estoy durmiendo
Te visitaré con el alba, te abrazaré con el viento, te besaré con la lluvia y cantaré para ti en silencio
Nunca pienses que me he ido, porque entonces… entonces, si habré muert”.

norfipc.com

Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.”

Desde mañana martes tengo una Agenda cargada en 5 Pueblos, los creyentes me dispensan el honor de tenerme en sus Oraciones, voluntariamente, es un Reto que he aceptado, pero dependo de otros y del Grande.

Estoy en espera, en la esquina… o en la Cafetería de siempre.

He dicho en más de una ocasión “que la Vida es un hilitio”. Tenemos que vivir cada instante con fervor, con alegría, con entusiasmo. Dejar a un lado lo que nos pueda hacer tropezar o entristecer, tal vez, sin tener la importancia que le damos.

La buena lectura, la música con sentido, el jardín bien cuidado, los pasatiempos preferidos, el arreglo de algo que parecía inservible. Tengo dos sillas antiguas hermosas. Ambas iban para el camión de la basura. Las rescaté y varios amigos, de esos que hoy no se encuentran, me las arreglaron. Hacen presencia en mi Casa.

Lo que yo no puedo hacer, busco Ayuda. Reconozco mis limitaciones y las destrezas que poseo en otros cosas. Una de las sillas requirió pajilla nueva, por medio de un amigo, conseguí quien la empajillara. En otra ocasión tuvo una herida difícil de subsanar. Otro amigo se la llevó a su Casa y con sus destrezas le devolvió la firmeza.

“Ya era finales de Agosto, cuando fui a ver a la doctora de mi madre del Centro de Salud, “la de toda la vida”, como se suele decir. Le explique la situación, lo que me decían los otros profesionales, le enseñe informes etc., ella mantuvo silencio, hasta que en un momento me cogió las manos y me dijo: -“Isa, para ya, tienes que parar, tu madre se muere, deja de luchar, piensa en la posibilidad de traerla a casa, si lo haces dímelo y yo iré a verla”
Fue la única profesional que me hablo claro, que me hizo ver la realidad, empezar a dejar de luchar por la vida a cualquier precio y plantearme darle calidad de vida y de muerte en su hogar.”

Extracto de Cuidar y paliar, com

Cuando las heridas son del alma, hay que tener mucho tacto en no echar sal a dicha herida, Tenemos que ser cautos en las expresiones. En vez de sostener pudiéramos traer más tristeza. A veces, con un gesto de amor, sin palabras, podemos dar un “Pésame”. Luego de los Velatorios, los dolientes pasan muchas horas solos. Ofrecerse a sacar la ropa de la Casa, hacerle una Comida, fregar los trastes, ir al Banco, colocar la mejor foto en una pared… (todo con el consentimiento de la persona o personas afectadas, a su tiempo) son algunas de las Acciones que pueden ser de Ayuda, ante una pérdida.

Prof. José Antonio Giovannetti Román  787 644 8818   787 856 1610

Mi Video en Youtube lo puedes accesar  Tony1943able   Grabado en el Viejo Sa Juan~9,582 personas lo han visto

“Cerraron sus ojos
que aún tenía abiertos,
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
otros en silencio,
de la triste alcoba
todos se salieron.

La luz que en un vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho;
y entre aquella sombra
veíase a intérvalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo.

Despertaba el día,
y, a su albor primero,
con sus mil rüidos
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterio,
de luz y tinieblas,
yo pensé un momento:

¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!”

Fragmento

Gustavo Adolfo Bécquer

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