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    Las cosas por su nombre

May 2015

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Pobreza, mala palabra

Aceptamos el desafío. Vamos a hablar de las diferencias entre los niños que van a escuelas públicas y los que van a las privadas. Pero vamos a hablarlo de verdad. Sin miedo. Hurgando allá en lo profundo, llegando a donde tanto tememos. Vamos a tratar de que caiga la venda que no queremos quitarnos para no ver lo que preferimos ignorar, ocultándolo en el rincón más remoto de la conciencia, para fingir que no existe. Empecemos. El pie forzado lo … Ver más

El pan mal repartido

Caso I: Durante los pasados años, el Departamento de Educación ha cerrado decenas de escuelas. Esta semana anunció planes de cerrar 93 más. Aun así, quedan en el país cerca de 1,300 planteles públicos. La mayoría está durante las noches y los fines de semana a merced de vándalos, porque hace un par de años el Departamento de Educación los dejó sin vigilancia, por no tener dinero para costearla. Caso II: Todo el país conoce, y le duele, el grave … Ver más

Acuerdo fantasma

Jaime Perelló, el presidente de la Cámara de Representantes, tuvo esta semana un acceso de candidez harto inusual en un político. Al referirse al proyecto para aumentar a 11.5% el IVU e imponerle un 4% a los servicios que fue el jueves acogido por el Partido Popular Democrático (PPD), dijo algo así como: “Lo mejor que tiene este proyecto es esto: 24 votos en la Cámara y 14 en el Senado”. Perelló se refirió así, en términos brutalmente francos, a … Ver más

El machetazo

El gobernador Alejandro Javier García Padilla desenvainó el machete y, con la furia de quien no tiene ya nada que perder, dio un tajo, hondo y doloroso, que decapita incontables proyectos de interés social, ensombrece aún más el futuro del País al tumbar el 20% de su supervivencia a la Universidad de Puerto Rico, lleva a la inoperancia  las cortes y pone en estado comatoso la agricultura puertorriqueña, de la que tanto se ha jactado en haber revivido. Quiere así, … Ver más

Más allá de las ruinas

Faltaban pocos de convencerse de que el sueño terminó. El jueves, poco después de las 5:00 de una ardiente tarde, uno de esos pocos, el gobernador Alejandro García Padilla, se paró ante un podio en el hemiciclo de la Cámara de Representantes y, con un semblante grave que nunca se le había visto, soltó, ante la vista de todo el país, los amarres que le ataban el alma. Habló al fin la venenosa verdad que corroe las entrañas de la … Ver más