Re-cuentos
Caminando por una avenida concurrida en el barrio de Harlem, una señora frente a mí, se volteó, se agachó, me miró, se subió el vestido y me mostró sus nalgas. No tenía ropa interior. Quedé estupefacta durante varios segundos mientras la señora realizaba ciertos movimientos pélvicos que acentuaban la inverosimilitud de la escena. Miré a mi alrededor y vi otras personas que se paseaban por la misma acera sin inmutarse o darse cuenta de lo que allí sucedía. A mi … Ver más ➡