En el Yankee Stadium
Nunca había asistido a un partido de béisbol. Mi única experiencia con algo parecido a un juego de pelota proviene de mi niñez cuando solía jugarlo en la explanada del Morro, como parte del horario extendido del Colegio de Párvulos. El encargado de vigilarnos, el maestro de inglés, nos dividía en dos grupos. Me apuntaba con el equipo que dirigía míster Montalvo porque por alguna razón siempre ganábamos. El otro equipo reclamaba que hacíamos trampa. Yo, lo sospechaba también. No … Ver más ➡