11 February 2018
A ventanas abiertas
Desde pequeña, siempre me han gustado los balcones. Probablemente porque crecí en casas donde eran el único espacio abierto. Mientras mis compañeros de la escuela elemental jugaban en extensos patios o playgrounds y entrenaban sus cuerpos en los “pasamanos” o chorreras, mi pasatiempo preferido era asomarme por el balcón y contemplar el flujo sanjuanero durante la década de los 90. Como los paladares que se adiestran para apreciar la calidad de los alimentos, una señora octogenaria me inculcó el gusto por pararme … Ver más ➡