“Mi esposa me engaña”
Estimado señor Romeo, Sé que es algo difícil de confesar para cualquier hombre, y más aún para un hombre recto y derecho, de pecho profusamente en pecho, como yo. Y de hecho, no solo tengo pelo en el pecho sino en las axilas, en la entrepierna y, según he visto también con alarma cuando me examino en el espejo, unos flequillos en las nalgas también. La cosa empezó de la forma más inocente posible: uso indicios sutiles, apenas perceptibles, que … Ver más ➡