Catarsis emocional desde el arte y la creatividad
¡Dibujé un perrito en una clase de arte que Kaliany, mi compañera de aventuras en este blog, ofreció por Facebook Live! Con solo ver los dibujos de algunos de los niños que participaron en la clase virtual, pude confirmar que el mío está a un nivel muy inferior al de todos ellos (especialmente las patitas me quedaron bien extrañas). Sin embargo, mientras lo hacía, estuve riéndome a carcajadas de principio al fin. Primero, hice la cabeza muy grande. Así que, luego casi no me cabía en el papel el resto del cuerpo. De manera que, mi can, quedó completamente desproporcional. Cada vez que daba un trazo raro, me reía tan duro, que mi esposo vino a averiguar qué pasaba. Lo cierto es que, en este momento de crisis mundial, todos debemos sacar un rato para esparcir nuestra mente de la carga emocional que representa el manejo individual y colectivo de una pandemia. ¡Y esas carcajadas me hacían falta!
Desde el principio de los tiempos, el arte y la creatividad han sido excelentes herramientas para canalizar nuestras emociones. El escritor y crítico de cine español Iñaki Beti Sáez manifestó que “el arte, en sus distintas manifestaciones (música, pintura, arquitectura, literatura, danza, teatro, cine, etc.), desde tiempos inmemorables ha sido vehículo de comunicación y por tanto de expresión emocional”. Lo hemos podido constatar durante esta crisis, en la que artistas visuales como mis amiguitas Kaliany y Susan, así como cantantes, poetas, comediantes, músicos, escritores, pintores, entre otros, se han autoconvocado para acompañarnos, instruirnos y entretenernos ante nuestra singular realidad. Asimismo, debo mencionar el ingenio creativo en la memelogía nuestra de cada día, que nos regala sentido del humor, en medio de un problema tan serio. Bien lo decía Albert Einsten: “El arte es la expresión de los más profundos pensamientos por el camino más sencillo”. En este caso el camino solidario.
Estas expresiones de arte colectivo nacen desde la empatía, precisamente uno de los componentes principales de la inteligencia emocional. De hecho, ya se han realizado varios estudios que demuestran que el compromiso con las artes, tanto para los creativos, como para los que apreciamos el arte, brinda herramientas poderosas para fomentar la inteligencia emocional.
“El arte supone, ya lo dijo Aristóteles en su Poética, catarsis, liberación, purga cognitiva y convulsión emocional. Además, abre mentes y sintoniza corazones, proyectándonos hacia el juego, la exploración y el conocimiento”, agregó Beti Sáez.
En este tiempo de pandemia del COVID-19, en el que todo nos cambió, necesitamos espacios para esa catarsis emocional que bien nos regala el arte. De hecho, también retomé mis libros de pintar, los que usé como arte de terapia en los tiempos de María. Además, aprovecho las extensas reuniones virtuales que tengo a diario para colorear un ratito y bajar los niveles de estrés que provoca nuestra nueva realidad. Hasta, por primera vez, coloreé mandalas, actividad a la que le atribuyen beneficios de relajación, equilibrio emocional, concentración y autoconocimiento.
El gran Pablo Picasso describía a los artistas como receptores y vehículos para transformar emociones. Gracias Kaliany porque, además de un perrito, dibujaste una sonrisa en mi rostro. ¡Gracias a todas y todos los artistas por esos ratitos de esparcimiento! ¡Gracias por esta catarsis emocional desde el arte y la creatividad!
Bienvenidos a Ecología Emocional. Te invito a seguirme en Twitter. Si quieres conocer más sobre mí, presiona aquí.