Una experiencia personal
No hay manera de conocerle y creerle, si solo es por referencia. En otras palabras, se necesita una experiencia personal con Dios. Una relación directa, sin intermediarios. No hay manera de creer en su palabra, si solo la vemos como algo que quedó ahí escrito, en un papel, pero no la vivimos y no la convertimos en hechos por medio de la acción. “Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos”. (Santiago 1:22) … Ver más ➡