Blogs: Buenas Nuevas

💬

Verdad o mentira, libre o esclavo

Aunque a estas alturas ya no debería ser sorpresa, no deja de sorprenderme el menosprecio por la verdad que cada día más se manifiesta en este mundo.

Pero no hay que ir muy lejos para verlo. Ocurre aquí en Puerto Rico. Muy cerca de usted. Veo como se levantan conflictos entre compañeros que antes eran amigos, y que por ser confrontados con la verdad por actuar contra la integridad, comienzan de repente a atacar a su prójimo.

Por el otro lado, veo como en ese afán de atacar para acallar la verdad, la gente consigue aliados que también muestran menosprecio por la verdad. La menosprecian de tal manera que en lugar de indagar, se convierten en los testigos falsos que condena la Bibllia, para dar apoyo a esos que necesitan hacer ruido para que otros no solo escuchen su mentira, sino que la rieguen como pólvora.

Es exactamente lo que vemos en la Palabra que le hicieron a Cristo. Y la Biblia es tan clara que enseña que a pesar de que Jesús hizo milagros corroborables en frente de mucha gente, los maestros de la ley temían que su fama se siguiera propagando porque entonces más gente creería en Él. Y por eso, al momento de juzgarlo para crucificarlo, buscaron testigos falsos que testificaran contra Él, y lo hicieran públicamente.

Hoy día seguimos viendo esto en todos los ámbitos y en todo tipo de relaciones.

Pero el problema para quienes no solo menosprecian, sino que desprecian la verdad, es que tarde o temprano serán presas también de una mentira. Y muchas veces la misma mentira que utilzan contra otros es la que luego se les vuelve en contra.

Y es que la mentira esclaviza, porque para evitar ser descubierto, la persona tiene que seguir mintiendo para encubrir sus mentiras anteriores. Jesús le dijo a sus discípulos en Juan 8:34 “Les digo la verdad, todo el que comete pecado es esclavo del pecado”.

Hay otro problema para quienes menosprecian la verdad y se han acostumbrado a vivir en un escenario de mentira. Y es que perderán toda capacidad de comprender otra cosa que no sea la falsedad.

“Ustedes no pueden entender lo que les digo, porque no les gusta escuchar mi mensaje.  El padre de ustedes es el diablo, y ustedes tratan de hacer lo que él quiere. El diablo siempre ha sido un asesino y un gran mentiroso. Todo lo que dice son sólo mentiras, y hace que las personas mientan.  Por eso ustedes no pueden creer que digo la verdad.  Los hijos de Dios escuchan con atención todo lo que Dios dice. Pero ustedes no le ponen atención porque no son sus hijos”. (Juan 8:43-45,47)

En cambio, sus hijos, y los que aprecian la verdad, no temen pararse y proclamar esa verdad, aunque muchas veces cueste el desprecio de otros. Pero aunque sean atacados, Jesús dijo que los que conozcan la verdad, su verdad, serán libres”. (Juan 8:32).

Solo quien aprecia la verdad y vive en ella, puede decir como el salmista “Que tu verdad sea nuestra luz y nos guíe hasta tu templo, el lugar donde tú vives”. (Salmos 43:3). Quien aprecia la justicia y la verdad, no teme incluso que esa verdad le afecte. Porque muchas veces la verdad costará un precio. En ocasiones decir la verdad nos puede costar una reprimenda, un castigo. Mas sin embargo, seremos libres, pues no tendremos nada que esconder y no tendremos que hacer como el que se habitúa a la mentira, que tiene que seguir involucrado en un entorno de falsedad para no ser descubierto. Vive atemorizado.

Pero quien vive en la luz de la verdad, no tiene temor. Vive confiado. Descansa, tiene paz y puede conciliar el sueño. Proverbios 12:17 declara que “La gente honrada siempre dice la verdad, pero el testigo falso dice puras mentiras”.

Y Proverbios 14:25-27 señala que “El testigo que dice la verdad salva a otros de la muerte, pero hay testigos mentirosos. El que obedece a Dios ya tiene un poderoso protector para él y para sus hijos. El que obedece a Dios tiene larga vida; ha escapado de la muerte”.

Eso se llama seguridad. Al igual que lo muestra Proverbios 21:28-29: “El testigo falso será destruido, pero al testigo verdadero siempre se le da la palabra. El malvado parece estar muy seguro; pero solo el hombre honrado está seguro de verdad”.

La verdad no es como alguna gente piensa, de que es relativa. Hay quienes se atreven a decir cuando son confrontados en su error, “esta es mi verdad; allá tú con tu verdad”. Pero es que la verdad no se trata de conjeturas, ideas u opiniones. Hasta el diccionario de la Real Academia Española demuestra que no tiene que ver con opiniones. Dos de sus acepciones indican que la verdad es: la propiedad que tiene una cosa de mantenerse siempre la misma sin mutación alguna; y el juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.

Con razón es que Romanos 1:18-19 dice que “Dios muestra que está indignado con los que se rebelan contra él y cometen injusticias contra los demás. Conocen la verdad pero la ocultan con las cosas malas que hacen. Lo que se conoce sobre Dios, ellos lo saben muy bien porque Dios mismo se lo ha mostrado”. 

Es que hay gente que conoce la verdad pero se empeñan en negarla, en esconderla, en taparla, en atacarla. Por eso es que Romanos 1:25 también dice que “Cambiaron la verdad de Dios por la mentira. Adoraron y sirvieron a la creación en lugar de adorar y servir a Dios, el Creador, a quien sea la honra para siempre. Así sea”.

Ese tipo de gente paga las consecuencias, pues la misma Palabra enseña que llega el momento en que Dios mismo los entrega a pasiones vergonzosas. En otras palabras, deja que hagan la maldad que se propusieron. Pero esto quiere decir también que cuando llegan a este punto, les espera el juicio. Y esa es una palabra que muchos no quieren escuchar, pero lo irónico es que no quieren cambiar su conducta.

En cambio, el que ama al que es el camino, la verdad y la vida (Jesús), y al que ama a la verdad, ese tendrá la buena noticia de que la verdad lo hará libre.

💬Ver comentarios