La ausencia maltrata al alma. Los silencios, rompen telarañas que cuelgan fuera de la vieja ventana, la cahída de la lluvia sobre el zinc, trae una nueva nostalgia de un ayer. En la lomtanza las nubes dibujan figuras inimaginables. y uno quisiera volver atrás, el reloj se detenga y veamos la solitaria estrella alumbrar el viejo árbol testigo de tantos encuentros.

Al Rescate de la Esperanza, que Anda Realenga… y hay que Atraparla

No se si volveré a ver la jovencita de la Farmacia que estudia en Barcelona, dejó una grata impresión. Su manera de expresarse, su vestimenta y amabilidad. le recuerdan a uno que todo no está perdido. Hay gente que merecen hacer Portada en algún Periódico.

He sabido observar, la belleza de cerca y de lejos, son variadas las emociones que he experimentado. Encuentro belleza en cosas simples, como una hoja seca abandonada con sus formas y matices de color. También he visto en personas de distintas edades, su hermosura. Un rostro con los surcos de expresión facial marcados en su rostro o una persona joven con su aterciopelada piel de su rostro. En ocasiones, me he topado con personas bellas fisicamente, pero carentes de expresión. Van de la mano, la belleza física y la belleza interior.

Me gusta preguntar mucho, me he percatado que algunas personas les disgusta que uno pregunte, máxime, cuando es un desconocido. He percibido en algunas personas tristezas ocultas, miedos insospechados, temores invisibles, Con mi experiencia, he tratado de abonar algo positivo a esas Vidas, algunas personas las han aceptado, otras han malinterpretado la intención.

He sabido escuchar expresiones como: “me hizo el día”, algo que me alegra, porque quiere decir que he aportado algo positivo a la vida de alguien. Mi experiencia de 31 años como Maestro, aparte de los 5 años de Universidad, me han preparado para desarrollar contenido en lo que digo. Hoy deseo aportar algo a tu Vida, recibe el Regalo de uno que a pesar de haber tenido muchas tristezas, soy bendecido!

Te espero en la esquina… o en la Cafetería de siempre. Cuídate! Me verás con menos frecuencia porque el Hojalatero del Callejón Los Quiñones, no me ha entregado el Toyota de 1990, y son muchos los compromisos para 3 personas y un solo carro disponible.

Tuve Amistades en mis tiempos mozos y en la Universidad que jamás he vuelto a ver. Eso me apena. Son muchas las personas con las cuales quisiera volverme a encontrar. En una Asamblea de las Personas del Sistema de Retiro del Gobierno, una joven señora me recoconoció y vino a saludarme. Grata experiencia. Como estudiante de Escuela Superior tenía un garbo que todos eran miradas hacia ella, era muy inteligente y siempre lucia inmaculada.

Puedes llamarme

“Sí un día te dan ganas de llorar, llámame, no prometo hacerte reír, más puedo llorar contigo.
Sí un día resuelves huir, no dudes en llamarme, no prometo pedir que te detengas, más puedo huir contigo.
Sí un día te dan unas locas ganas de no escuchar a nadie, llámame y prometo quedarme bien quietecito.
Pero… Sí un día me llamas y no respondo, ven corriendo a mi encuentro…
Tal vez ese día yo necesite de ti.”

Hace unos años me llamaron de Arecibo, un compañero de hospedaje y no hace tanto me llamó un Teatrero para saludarme. Ambas llanadas, aunque fueron de corto metraje, fueron agradables sorpresas. Aunque vivo el presente, el pasado para mi es una joya que atesoro. He buscado en mis Archivos una tarjeta-carta de una amiga especial. No la he encontrado. Era una joya literaria. Lo malo del Caso, es que tampoco he vuelto a ver esa joven señora de Santurce. Su don de gentes, su simpatía y su rara belleza, son elementos para desear volverla a ver. La dirigí en una pieza teatral que hicimos en Pantomima, (La Creación de Mundo) en el Teatro Universitario de la U.P.R. Algún día nos volveremos a ver.

La Amistad y las relaciones interpersonales deben ocupar un sitial en nuestro diario vivir. En más de una ocasión alguien con un carrito de compras, ha interrumpido una breve conversación de saludo que he sostenido con alguien, porque es el momento de siempre andar con prisa, como si tuvieran unas habichuelas ablandando en Casa. Hay sus excepciones, ayer, una amable señora, me llevó la bandeja a la mesa en la Cafetería de siempre, porque me habían llamado y hablaba con alguien, fue un gesto de amabilidad.

Dije en un Blog anterior que no iba a decir nada sobre las tribulaciones y Situaciones que he tenido en las últimas semanas, porque he sido bendecido, pero la copa se colmó y ayer martes, entre la farmacia y la Cafetería en Yauco Plaza II he perdido mis espejuelos de leer y escribir. Si alguien los encuentra, puede entregarlos en la Farmacia o Cafetería, ellos tiene mi información.

Prof. José Antonio Giovannetti Román (Abuelo Juancho)   787 856 1610    787 644 8818

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Motivos para vivir En casa del Abuelo  Video  en Youtube  (Tony1943able  para accesar)   Grabado en el Viejo San Juan

Slide Show  en Youtube Las Caras de una Ciudad, Yauco    Arquitectura yaucana