Personalidad
La mente humana es muy compleja. Lo que hoy somos, en parte viene con la genética. Al pasar del tiempo, llegan: conocimientos, pensamientos y sentimientos a nuestro cerebro. Lo que llega, se procesa y se va acumulando, conformando nuestra manera de: ser, pensar y actuar. Cuan bueno sea lo que se adquiere, en conjunto como lo que vino con los genes, se determina cómo será la personalidad de cada cual.
“El comportamiento tiene una base genética. Eso no es evidente y costó mucho reconocerlo, pero ahora lo tenemos bastante claro”,
afirma Miguel Pita, investigador y profesor de genética en la Universidad Autónoma de Madrid, en conversación con BBC Mundo.
La genética pudiera traer un cargamento propenso a ser modificado, según las experiencias que se tengan en el proceso de crecimiento. “Yo y mi circunstancia,” ya lo dijo el filósofo de la Antiguedad.
“Yo soy yo y mis circunstancias”: Esta expresión se ha convertido en todo un referente del pensamiento español y pertenece a un gran ensayista y filosofo como fue José Ortega y Gasset
Hay Estudios que indican que desde el vientre de la madre se va formando la personalidad que tendrá ese ser humano. Hasta se sugiere cierta música clásica la cual podría tener efectos positivos en en el desarrollo de la inteligencia.
“La música es un instrumento extraordinariamente eficaz para favorecer el desarrollo de la inteligencia, es decir, para proporcionar estructuras funcionales en sistemas cada vez más complejos en el cerebro.
Prácticamente todos los días la ciencia nos proporciona pruebas visibles del hecho de que la música cambia literalmente los cerebros de los niños.”
“La música es “una gimnasia para el cerebro que nos ayuda a desarrollar la sensibilidad y educar las emociones”.
Pirfano
Según hay factores genéticos y de la circunstancia ambiental en el desarrollo de la personalidad, los Estudios apuntan a una variedad de alternativas, las cuales, al exponer al niño, joven y adulto, pudieran influenciar positivamente en el desarrollo óptimo de la personalidad de los seres humanos. Expongo lo anterior debido a que creo que hay que reformular la manera y los métodos que utilizamos para un desarrollo saludable de la personalidad, donde la maravilla que es el cerebro, propicie un comportamiento con: balance, enfoque y dominio propio.
“La felicidad no es una cuestión de intensidad, sino de equilibrio y orden, ritmo y armonía.”
Thomas Merton
Hay que recordar que el desequilibrio en las glándulas, como la tiroides y altos niveles de triglicéridos, pudieran incidir en conductas y comportamientos distorsionados, eventos depresivos, ira descontrolada y actos que pudieran ser delictivos. Estos síntomas requieren tratamiento por Especialistas de la conducta, endocrinologos y consejeros, tal vez, en el campo espiritual. Hay casos que requieren medicación y Terapias.
Prof. José Antonio Giovannetti Román
@AntonioGiovan13 en Twitter
Tony1943able en Youtube
Al Rescate de la Esperanza, que Anda Realenga… y hay que Atraparla