Yauco 1756 2019
En un viejo Chevrolet llegamos a Yauco en el 1948, no se si hubo que hacer dos viajes, éramos 9… 4 varones, 3 hembras y mami y papi. Atrás quedaba la añorada casa de madera que tenía fogón utilizando carbón. Recuerdo: , las guayabas pera… muchos gratos recuerdos y vivencias,
La primera casa que habitamos era del tío Manolo, nos cedió 2 cuartos para 9. En esa casa de la Manuel A. Negrón, quien fuera Ebanista y Líder Obrero, escuchaba el vendedor de pan, cuyos pies eran corinos y decía: jel pan, jel pan, tel pan, al pregonarlo por la calle.
Según pasaban los años, nos mudamos a 4 calles del Pueblo, el cual fue fundado el 29 de febrero de 1956 por don Fernando Pacheco de Matos; la 1ro. de mayo, donde vivimos una semana, la Luis Muñoz Rivera, donde vivimos 12 años, en la #47, y a la Rosendo Matienzo Cintrón #6, de ahí pasamos a la Urbanización Villaa Milagro.
En cada calle tuvimos distintas experiencias de Vida. Llegamos al Pueblo cuya forma geográfica es semejante a un trompo, una Y griega… o un corazón. Hay en la punta sur del Pueblo un barrio que está enamorado del mar, Barinas, un beso interminable. Al pasar del tiempo, me enteré que 5 barrios llevan nombre de árbol: Almácigo, Algarrobo, Caimito, Naranjo y Jácanas.
Es de muchos conocido la existencia de una gran escalinata con 32 escalones, donde ahora aparece un hermoso mural con el Escudo del Pueblo, diseñado por Francisco Lluch Mora. De niño subía esa Escalinata para buscar las fiambreras a un Maestro que me pagaba .50 centavos semanales, vivían dos Maestros con el mismo apellido, Eusebio Flores y Francisco Panchito Flores. Cuando se dinamitó la piedra para construir la Escalinata, una piedra cayó en un Patio cercano y mató a un niño que estaba jugando en el Patio.
La calle mas famosa era la Luís Muñoz Rivera, anteriormente llamada Concordia, porque vivían personas de otros Países, y todos se llevaban bien: españoles, corsos, puertorriqueños. Había 4 zapateros; Competente Jiménez, con Rodolfo Mercado como Ayudante, Bonifacio Malavé, Toño Cruz, con Carmelo como Ayudante y Alejandro.
También había otros centros de trabajo: el Relojero, Martín Marrero, que gustaba hacer Magia para entretener a los niños de la calle, una Fonda, la de Pancorbo, donde el olor de las habichuelas guisadas permeaban el ambiente, un Laundry de Moné, que entregaban la ropa a domicilio en una guagua verde.
Al presente, el hijo, Axel Moné Frontera, tiene una Oficina Profesional de Seguros junto a Oscar Antonmattei. Había una Farmacia, un Taller de Costura de don Nelson Lavergne, en donde se hacían guantes para enviar a Estados Unidos, la fábrica de Galletas Borinquen Biscuit, de don Antonio Rodríguez Menéndez, la Funeraria de Quirós, la Iglesia Pentecostal de Westerband, el Dispensario del Fondo del Seguro del Estado, con Pereles, la Ebanistería de un alemán muy diestro en el trabajo con la madera, don Wilo hacia Almuerzos para entregar a domicilio y tuvo su residencia en unos altos la profesora y directora escolar, Elvira Vicente
Podría mencionar la mayoría de las familias amables que residían en esta calle, la cual lamentablemente murió, es poco lo que queda, pocas familias, todavía reside en la misma la hija del famoso Panadero don Daniel Pacheco, la profesor Estrellita Pacheco y la hija de don Wilo, el de las fiambreras, la profesora Sonia Silvestrini.
En esta calle vivió el famoso Acomodador de Volybol Raúl Pipote Oliveras, en la casa que había vivido el farmacéutico don Diego Vélez, de la Yauco Drug, quien fuera encontrado muerto en la bañera. Luego el farmacéutico fue el Lcdo. Germán, el Indio, Vázquez, uno de los mejores kileadores de Puerto Rico y el vecino Raúl Pipote Oliveras, era el acomodador.
Hubo ortos habitante: La familia Vicario, el Lcdo. Blazco, Pancho Rodríguez, Luz H. Pacheco, Gabriel Pérez y familia, Asunción Negroni y Julito Barrera con Gloria Frontera quien tuvo su Centro de distribución de leche embotellada en envases de cristal, el Corso Cervoni, quien encontraron muerto luego de varios días y Santiago Frontera, hermano de Lidya Frontera, quien era esposa del Radiólogo Osvaldo Antonmattei quien vivía mas adelante en la misma calle.
Pueblo del pan de huevo, las yemitas de coco, el pan pirulí y los famosos Pregones: “Va el mantecado de leche, huevo, canela, vainilla, llevo el mantecao de leche, pasteles calientes, pa las viejas que no tienen dientes, y tengo un canario de pico amarillo que pita, que canta, que toca la flauta… Amolador, pan de huevo, caliento el pan”... y otro Pregones.
Son 263 años que cumple ahora en febrero este Pueblo bisiesto y bicentenario. El Pueblo del Villancico Yaucano de Amaury Veray Torregrosa, las tertulias en las Cuatro Esquinas y del parlanchín Limpiabotas, Pablo el Negro. Hemos tenido una cantera de: pintores, poetisas y poetas, músicos y buenos oradores, todavía opera una vieja imprenta Manual, originalmente de don Pedro Rodríguez Lugo, el sobrino Iván y su hijo, la tienen en función.
En el Tintero quedan nombres y hechos, gente amable… inteligentes y laboriosos.
“Desde lejos se te ve, sobre un monte recostado, pasa un rio por tu lado, que da frescura a tu suelo, arriba el celeste velo corona tu poderío, que empieza cerca del rio, y acaba cerca del cielo” José Gordils
Prof. José Antonio Giovannetti Román
PD Don Enrique Quique Ctalá, quien fuera Representante y la Artista doña Cecilia Franceschini Filardy, eran de esta famosa calle. Excusen las omisiones.