Cuando uno habla de Crisis, la Crisis se hace más grande, coge alas con vuelo. Si uno vive con temor, se paraliza. No voy a permitir que el miedo ocupe un espacio en mi mente. Si uno se siente derrotado, la derrota llega con mayor facilidad. Voy a cantarme triunfador.

En mi caminar tropiezo, a veces por casualidad, otras veces por causalidad, con personas que tienen como un imán para la simpatía, en la noche de jueves, me encontré con una de esas familias. Interrumpí mi caminar por los Pasillos de Tendas de un Centro Comercial, me senté, por invitación, y conversé un rato con personas amigables. No creo que tuvieran temor, ni sean derrotistas. Son seres humanos que irradian energía y poseen paz, aparte de una alegría natural y libre.

Son esos encuentros en mi caminar los que me permiten fortalecer mis defensas mentales y físicas. Alguien, no se por qué motivos, ha tratado de amedrentarme, molestarme, inquietarme. Se en quien he confiado.

Hay diversas formas por las cuales pudieran drenar tu energía, no puedes darle espacio a quien intente chuparte la alegría.

Estos primeros 7 meses del Año 2017 han sido unos meses de muchas luchas, no he permitido perder el balance, el enfoque, el valor y el barquito de papel en proa por el mar imaginario con sus olas que vienen y van.

Todo lo aprendido, todo que se, todo lo que poseo, ha sido con grandes esfuerzos, duras batallas… con esmero. Si sus pensamientos positivos se unen a los míos, no habrá quien tumbe los naipes en torre.

Pudiera enumerar hechos y acciones negativas, pero no dejo del ser un Optimista tenaz, no puedo defraudar a quienes junto a mi se han ido a la búsqueda de la Esperanza, que anda realenga… y hay que atraparla.

Cuando camino por los Pasillos de las Tiendas, fortalezco mi corazón físico, pero el de los sentimientos también se enriquece, con: los saludos, las bendiciones, las sonrisas, las preguntas, los diálogos improvisados, el elogio sincero y alentador.

Gracias, por ser tan gente!

Prof. José Antonio Giovannetti Román

@AntonioGiovan13

Al Rescate de la Esperanza, que anda realenga… y hay que atraparla