Suelo caminar casi todos los días por el Centro Comercial de mi Pueblo. Son muchas las acciones y actividades humanas que observo. Se destaca, en dichas acciones, el ajoro, el apuro, que tienen los seres humanos, a veces sin saber para qué y por qué. Es como si todos hubiesen dejado habichuelas ablandando.

Este continuo corre corre puede acarrear problemas, los cuales luego podrían ser: perder las llaves del carro y la casa, dejar la cartera mal puesta en un carro de compras, no recordar dónde estacionó el vehículo, subirle la presión sanguínea, olvidar lo que iba a comprar u olvidar en algún lugar lo que compró.

El desenfoque y no planificar el tiempo y las actividades a llevarse a cabo, trae como consecuencia los ajoros innecesarios y el apuro. Hay quienes con el carrito de compras salen a las millas de Chaflán del Supermercado, sin tener en cuenta quien pudiese estar transitando por los pasillos, incluyendo personas con dificultad para moverse.

Por otro lado, hay quien hace listas de las actividades que va a llevar a cabo. Eso facilita el enfoque adecuado para hacer las gestiones que correspondan, en orden de prioridad.

Los asuntos médicos deben tener prioridad en la lista de gestiones por hacer. Es importante tener escrito en letras o números grandes esos 9 números, a veces con letras, que tiene su ID el cual piden en los Laboratorios, farmacias y oficinas médicas.

Tenemos solo una Vida terrenal, el disfrute de la misma se consigue con un buen enfoque, planificación y con apuntes en un orden, según sea el caso, para que la memoria no nos traicione.

Hay que ver quienes dejan las bandejas de comida en las cafeterías mal colocadas y salen corriendo con el dichoso celular al oído. Nos enteramos de cosas personales que en voz alta comunican mientras caminan. Son muchos los que el Celular los ha esclavizado, te saludan y quieren seguir enchufaos al aparato, el cual, bien usado, es de gran utilidad.

Cuál es el apuro? Por qué estamos con un ajoro constante? Son muchos los tobillos y rodillas, afectados por ese afán de irse o de llegar, sin tener una explicación del por qué.

Reflexionemos y vivamos con: más sosiego, enfoque y planificación del tiempo.

Choques,  accidentes en la carretera, caídas, asaltos, robos, fracturas… por ajoro y apuro como protagonistas. Debemos cuidarnos, para no tener que lamentarnos luego.

Prof. José Antonio Giovannetti Román

@AntonioGiovan13

Al Rescate de la Esperanza, que anda realenga… y hay atraparla