Se puede sentir placer, en cosas o actividades sencillas. El ser humano necesita encontrar placer. Hay maneras lícitas para encontrar y sentir placer. Si somos capaces de expresar asombro ante algo bonito o inusual, ese encuentro nos puede causar placer.

El placer ayuda a tener una buena salud mental y física. Hay quienes se enfrascan en sus tareas domésticas o sus trabajos de manera tal que no disfrutan el vivir. Me place observar amaneceres y atardeceres, muchos de ellos los retrato, capto esas imágenes y las comparto.

Me fascina observar a las piedras del mar y las hojas secas en el piso de los arboles que las han soltado. Escuchar las orquestas de coquíes luego de un día lluvioso, es algo espléndido. Me satisfacen cosas y eventos del diario vivir, simples, sencillos.

Nos toca a los padres y abuelos poner en contacto a los hijos y nietos con experiencias gratas a los sentidos. Visitar un Mariposario es una experiencia única, ver la variedad de colores y formas de las mariposas y su revolotear.

Dar una excursión a una Finca Cafetalera en la época del recogido del café y ver esa experiencia de trabajo, es algo fascinante, los granos rojos colocarse en las canastas hasta llegar al tope.

Hay lugares de interés Turístico y educativo como: Casa Pueblo en Adjuntas, Las Cuevas de Camuy, el Yunque, el Viejo San Juan, el Parque la las Palomas, el Parque Urbano Quique Lucca en Yauco, la Hacienda Luz de Luna en Adjuntas y otros tantos, en los cuales la aventura del conocimiento y la distracción, se practican, eso puede ser placentero.

Si logramos despegar un poco a niños y jóvenes de las tabletas y celulares, con experiencias interesantes, estaríamos aportando al desarrollo saludable de sus mentes y cuerpos.

Estamos a tiempo para encauzar las energías y talentos de la nueva simiente por caminos correctos, no hacerlo es, crear Robots sin sensibilidad y carentes de las destrezas de comunicación básicas.

Algunos Padres se desviven porque el hijo o hija aparezca en el Cuadro de Honor de la Escuela o que tengan 4.00 de Promedio, aunque no sean gregarios ni sensibles ante el dolor o las necesidades de los demás, es cuestión de prioridades.

Prof. José Antonio Giovannetti Román

‘Al Rescate de la Esperanza, que anda realenga… y hay que atraparla”.