Espulgar sobre la historia
Son muchas las personas que desconocen por qué el lunes 20 de febrero es Día Festivo. Se recuerda algunos Presidentes de Estados Unidos y a Próceres de Puerto Rico. Conocer algo de quienes precedieron el liderato en un País, es más importante de lo que creemos. En su justa perspectiva nos acercamos al legado de esas personas, la mayoría de los cuales hicieron aportaciones significativas.
No debiera ser meramente tener un Retrato de George Washington o Abraham Lincoln, o que una calle lleve el nombre del Dr. Ramón Emeterio Betances, Segundo Ruiz Belvis o Román Baldorioty de Castro, es algo más. Conocer las aportaciones hechas con sus conocimientos e iniciativas a favor de los Ciudadanos, de aquí o de allá.
La Escuela juega un papel muy importante en cuanto a educar para tener el conocimiento, de lo que los Próceres hicieron que les hace merecedores en ser recordados.
He conversado en el pasado, con Estudiantes Universitarios, los cuales me han dicho desconocer datos de los Próceres que les nombro. La aportación de Agustin Stahl a la ciencia, la poesía de José De Diego y sus luchas a favor de sus creencias de lo que es Patria, lo que es Libertad. Como muestra de lo que debemos saber.
Ayer hubo mujeres y hombres los cuales superaron las circunstancias de la época y no permitieron ser limitados en cuanto a su radio de acción, para laborar con esmero, escribir con corrección y expresarse oralmente con gran pasión en defensa de sus creencias políticas o sociales.
Estamos en deuda con aquellos seres humanos que no estaban enajenados del momento en que vivieron. Debemos desempolvar los libros con biografías. La lista es larga: Mariana Bracetti Luisa Capetillo, Ernesto Ramos Antonini, Eugenio María de Hostos, Nilita Vientós Gastón, Luis Alberto Ferré Aguayo, Luis Muñoz Marín, y otros tantos.
Espulgar en la historia nos lleva a encuentros donde encontraremos diferencias y similitudes del Puerto Rico de ayer, con el de hoy.
La apatía o entusiasmo que tengamos en buscar información sobre nuestras raíces y Próceres, podría marcar la diferencia entre existir o vivir, con la información valiosa de quienes superaron adversidades y supieron enarbolar con dignidad la bandera óptima del conocimiento y la “praxis”, a no ser meramente espectadores en la valla, sino protagonistas en el escenario que les tocó vivir y nosotros movernos a emularlos.
Prof. José Antonio Giovannetti Román