Vivir es una gran aventura. estar vivo es un privilegio. En el camino, hay luces y sombras. Siempre al final del túnel, hay una luz. Estoy altamente agradecido a la Vida, la familia, amistades y conocidos con los cuales en algún momento he compartido.

Evito quejarme, cuando llegan, sin ser invitadas, dificultades o situaciones negativas. No acostumbro echar  culpas, a veces, me autocritico, en otras ocasiones, cuando el panorama se viste de gris, acudo al Padre Celestial.

En pocas ocasiones comparto mis situaciones difíciles, penosas o problemáticas, para evitar opacar lo que he llamado una Misión, sembrar la semilla positiva en el Proyecto de Vida que tiene como Lema: Al Rescate de la Esperanza, que anda realenga,… y hay que atraparla.

Me apena observar el corre corre en el cual transitan muchos hermanos borinqueños. A veces, sin justificación alguna, se ha convertido en un Estilo de Vida. En esa carrera: cruzan en su vehículo el semáforo, estando en roja la luz, se cuelan en filas, salen del Supermercado con su carrito de compras como si  quisieran llevarse al que se les cruce, colocan las bandejas en el zafacón de mala gana, todas viradas, hablan en voz alta en su celular, el cual no sueltan ni en las cuestas, hablan con la boca llena, en los pasillos de tiendas interfieren el Paso de los otros clientes, comienzan a sacar el dinero o la tarjeta de pago, cuando ya les han servido, sin importarles quien espera detrás, y ni contar de los cortes de pastelillo que hacen en calles y carreteras. Eso no es vivir, es simplemente, existir.

Es tiempo de reflexionar sobre nuestros estilos de vida, nuestro comportamiento en y fuera de casa, en el Templo, en las Canchas y Coliseos. Cada cual debe tomar control de sus actos, para evitar afectar o perjudicar a otras personas, las cuales han aprendido a vivir y no meramente existir.

Hay personas, las cuales no son bonitas, Su vestimenta y maneras de comportarse, les embellecen. La pulcritud de muchos y el buen gusto, acompañados de un rostro afable y capaz de sonreír, aun a los desconocidos, permite evidenciar su brillo personal.

En Puerto Rico hay mucha gente buena y solidaria. Existen seres humanos cuya calidad de vida se evidencia por sus actos y buenas costumbres, por su cortesía y afabilidad.

Mi reloj, mis zapatos, la gorrita o tirantes, el bastón, el peinado, no es lo que determina quién o como soy, Mis acciones hablan mas alto que las calcomanías, como dijo alguien.

Hay camino que andar, para trazar mapas de ensueños, con una actitud positiva y acciones creativas, en armonía con el Cosmos.

Prof. José Antonio Giovannetti Román  @AntonioGiovan13   en Twitter