La Salud mental… en precario.
Demostramos quienes somos y cómo está nuestra salud mental, con nuestras acciones en el diario vivir. Hay quien coloca la bandeja que utiliza en el desayuno o merienda mal puesta y algunos ni la vacian por completo. Otros, ocupan en su carro el Cruce de Peatones sin importarle que alguien podría necesitar el espacio designado para cruzar, a veces hasta con silla de ruedas o muletas.
Hay conductores que no hace un segundo cambió el semáforo y ya están tocando el claxón.
Son muchos los conductores que no respetan la luz roja ni el límite de velocidad en las Areas Escolares.
Son pocas las escuelas públicas de Puerto Rico que izan las banderas de EU y PR. Sería recomendable que se hiciera un Censo de cuántas dejaron de izar las banderas.
El hablar en voz alta o gritar, se ha convertido en costumbre de muchos, decir palabras obscenas sin importar la presencia de niños o damas es algo que observamos y escuchamos a diario en los Centros Comerciales. Hay personas que hablan intimidades por el celular sin tener en cuenta quién le escucha, otros montan tribuna o discuten con su pareja con coraje.
“Las acciones hablan más alto que las calcomanías”, dijo alguien. Se presume de ser educado o Cristiano y en la práctica se olvidan los buenos modales, el buen hablar y la cortesía.
Escucho a diario padres y otros familiares adultos corrigiendo los hijos, sobrinos o nietos con griterías y hasta maltrato físico.
El corre corre de muchos lo observo a diario, muchos apuros son innecesarios y ponen en riesgo la seguridad peronal y la de otros.
Hay quien se coloca en una fila donde se sirven alimentos y vienen a decidir frente al servidor lo que van a ingerir, luego comienzan a buscar el dinero o tarjeta sin importarle el tiempo que toma y atrasa el correr normal de la fila.
Hermanos puertorriqueños cruzan calles y carreteras sin tomar en cuenta las más elementales reglas de seguridad. He visto personas cruzar mientras buscan en la cartera o terminan de amarrar la bolsa de compra que adquirieron, si usted le toca bocina, se enfurecen y algunos hasta lanzan improperios al conductor.
Algunos padres dejan en los Supermercados a los hijos al garete, en días atrás un niño como de 5 años abría cada puerta de los refrigeradores y metía la cabeza hacia las tablillas de los mantecados, pudo haber contraído una pulmonía, los padres iban unos pasos adelante y no lo corrigieron.
Otros sacan mercancía de los estantes y la tiran o colocan mal.
Todos los hechos mencionados en este escrito es para presentar un cuadro de la salud mental existente en Puerto Rico. Estamos a tiempo para mejorar!
Prof. José Antonio Giovannetti Román