La depresión y la tristeza son estados de ánimo del ser humano. Son dos estados anímicos diferentes. En la mayoría de los casos la depresión es endógena, surge por problemas hormonales o sustancias en la química del cuerpo diferentes a quienes no la poseen. Los niveles de serotonina tienden a ser más bajos. En cambio, la tristeza es un estado de ánimo el cual podría ser de corta duración y pudiera estar relacionada a situaciones conflictivas entre familiares, amistades o personas compañeras de trabajo. Hay eventos y expresiones inadecuadas de alguien los cuales nos pueden causar tristeza.
Ambos casos, la depresión mental y la tristeza, son tratables. Hay especialistas de la conducta humana los cuales pueden ser de gran ayuda. Hay religiosos capacitados para bregar con los aspectos espirituales y conducir a la persona a la solución de conflictos internos.
Son muchas las personas que no aceptan ser ayudados. Otros niegan su estado anímico y su problema va en aumento, alejándose del bienestar emocional que podría disfrutar.
“Nosotros somos lo que son nuestros pensamientos,” es una expresión escuchada muchas veces, si permitimos que los mismo tengan una carga positiva y nos ejercitamos en tener voluntad de vida, el paso por el túnel oscuro podría ser más llevadero, al convencernos, que al final del túnel, siempre hay una luz.
La buena lectura, caminar con o sin rumbo, dialogar con familiares o amigos, tener siempre expectativas de vida, darle espacio a la ilusión, los sueños y metas; son experiencias que nos ayudan a despojarnos de la depresión y la tristeza, así podemos disfrutar del regalo de la Vida, haciendo nuevos caminos, aunque sea por viejos senderos con una sonrisa dibujada en nuestro rostro. La buena nutrición, el ejercicio físico y mental, tener expectativas de vida… esperar o algo o por alguien, son alternativas para combatir la depresión y la tristeza. Hay quien va al patio y saca con sus manos las yerbas malas y por cada yerba mala sacada expresa un sentimiento positivo. Si abonas las matas, al pasar el tiempo verás el nuevo verdor y el florecer de las mismas… eso afecta positivamente tu siquis y alejas de tu mente los pensamientos deprimentes. Lijar un pedazo de madera y ver como se suaviza la misma, limpiar el espejo de tu alcoba, ordenar los libros, comerte una piragua de frambuesa con tamarindo. un limbergh: son algunas de las actividades o experiencias humanas las cuales enriquecen tu vida y la mía. En las cosas o actividades sencillas hay un espectro de alternativas conducentes a una vida rica. Juan Ramón Jiménez le dedicó un libro a un burro; Platero y yo, con ese libro ganó Premio Nobel Literatura

Prof. José Antonio Giovannetti Román Yauco