#pablojimenez
Ayer en la tarde recibí un mensaje cibernético que me dejó confundido. De acuerdo a Google, el nombre “Pablo Jimenez” estaba “trending” en “Twitter”. Es decir, ese nombre estaba entre las primeras 10 frases más citadas por quienes usan ese servicio.
Al principio, pensé que se refería al asesinato de un hombre llamado Juan Pablo Jiménez, un líder sindicalista que fue asesinado en Chile el 21 de febrero de 2013 y cuya muerte ha tenido repercusiones en la política de ese país. Empero, pronto me di cuenta que el nombre estaba en boga por razones mucho más triviales. Resulta que hay una serie de televisión donde un supuesto agente secreto usa el nombre “Pablo Jiménez” como un alias para ordenar pizza.
Por esas cosas de la vida, de repente el nombre #pablojimenez se ha puesto en boga, con miles de personas comentando en las redes que en adelante usarán un nombre falso cuando ordenen comida por teléfono. Otras personas dijeron que ahora van a usar el nombre “Pablo Jiménez” siempre que ordenen pizza. Y aún otras comenzaron a mofarse del nombre, que por alguna razón encuentran gracioso.
Empero, una persona escribió algo que me llamó mucho la atención: “Me da pena con aquellos que de verdad se llaman Pablo Jiménez”.
Esta es solo otra prueba de cuan volátiles y hasta caprichosas son la redes sociales, donde un detalle son importancia puede acaparar los primeros lugares de popularidad. Claro está, esa popularidad es efímera, pues la supuesta “noticia” no tiene sustancia. Es sólo una nota más en una larga cadena de partes periodísticos dedicados a entretenernos hasta la muerte…a veces, literalmente.
Lo triste es que, mientras la gente se entretiene burlándose del falso Pablo Jiménez, quienes en verdad llevamos ese nombre seguimos luchando por la vida, muchas veces de manera anónima. Mi padre, de quien tomé mi nombre, lucha por recuperar su salud. Uno de mis hermanos, quien también lleva el nombre, arriesga su vida sirviendo como Policía en el sur de la Florida. Y Juan Pablo Jiménez, muerto ya, inspira a miles de chilenos a seguir luchando para obtener la verdad.
Y así vivimos, entre la realidad de la vida diaria y los simulacros que nos distraen hasta la muerte. Esas simulaciones duran poco, unos “quince minutos”, como profetizara Andy Warhol. Sin embargo, la lucha por la vida perdurable no tiene fin.
Sobre eso de la vida perdurable, les dejo un pensamiento de Jesús de Nazaret: “No acumulen ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y donde los ladrones minan y hurtan. Por el contrario, acumulen tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido corroen, y donde los ladrones no minan ni hurtan. Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” Mateo 6.19-2 (RVC).
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El Rev. Dr. Pablo A. Jiménez es el pastor de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en el Barrio Espinosa de Dorado, PR. http://www.drpablojimenez.com y http://www.prediquemos.net.