El ruido de los autos es ensordecedor. En el silencio de la noche, los chillidos de las llantas retumban en mis oídos como si estuvieran al lado de mi casa.

En realidad, pasan a unos 150 o 200 pies de mi residencia, por la Carretera #2. Por lo regular, corren los jueves hasta altas horas de la noche. No me pregunten que tipo de autos corren, ni quienes lo hacen. Sencillamente, escucho el rugir de los motores una y otra vez.

Empero, hoy es lunes y están corriendo; “cuadrando”, como se decía cuando yo era un niño. ¿Y por qué compiten? Pues vaya usted a saber. Quizás lo hacen por dinero o por impresionar a una chica. O quizás lo hacen solo por buscar el placer que produce ganar una carrera.

No sé por qué compiten, pero sé por qué corren. Si compiten abiertamente en la carretera, es porque ni la Policía de Puerto Rico ni la Municipal tiene los recursos para detenerlos. Las pocas veces que he llamado para denunciar la situación, ansioso por el ruido que no me deja dormir, las respuestas son las mismas: “No tenemos una patrulla que enviar porque estamos cortos de personal”. 

Lo triste es que cuando hacen un esfuerzo para llegar a la improvisada “pista” de carreras, la Policía encuentra que muchos de los muchachos tienen autos de mejor calidad, de mayor rapidez y ciertamente mejor cuidados. Por eso, en lugar de arrestos lo común es escuchar las sirenas ululando para que los muchachos se vayan con su carrera a otra parte 

Hace unos minutos que escuché la sirena de una patrulla. Es evidente que los muchachos se fueron, evitando una infracción de tránsito. Se fueron, pero la noche es joven. Lo mismo pueden volver en un rato que esperar hasta el jueves. 

Lo único que me resta es orar por ellos, rogando que ninguno “se quede pegao” contra un poste del tendido eléctrico. Así que mientras ellos corren, elevemos usted y yo una oración por los noveles corredores: Cristo, ten piedad.

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El Rev. Dr. Pablo A. Jiménez es el pastor de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en el Barrio Espinosa de Dorado, PR. http://www.drpablojimenez.com & www.prediquemos.net