Ni junta, ni pago, ni consenso
Puerto Rico se encuentra en el peor momento de su historia. Esa es una realidad innegable. Empero, la crisis no se debe tanto a la falta de recursos económicos, como a la falta de consenso sobre el futuro del país. Todo el mundo tiene claro lo que NO quiere. Lo que no sabemos es cuál debe ser el camino a seguir para salir de la crisis.
El País está claro en lo que NO quiere:
- No queremos que se imponga una Junta Fiscal Federal que, para todos los efectos prácticos, elimine la constitución de Puerto Rico.
- No deseamos fallar en el pago de las deudas públicas del país, dado que eso afectaría la economía boricua en formas insospechadas, deteniendo el desarrollo económico de la Isla por las próximas décadas.
- No queremos que continúe el aumento constante de los onerosos impuestos que gravan la vida del pueblo trabajador.
- No deseamos más impuestos regresivos que afecten el consumo y, por lo tanto, el comercio.
- No queremos que se eliminen agencias del gobierno ni que se despidan decenas de miles de empleados públicos.
- No deseamos el cierre de escuelas, lo que ocasionaría el despido de miles de maestros y maestras.
- No queremos que se limiten los servicios a la niñez que tiene necesidades educativas y psicológicas especiales.
- No deseamos que las personas, las agencias sin fines de lucro y los comercios locales que han prestado servicios al gobierno tengan que esperar meses o años para recibir la justa compensación por sus servicios.
- No queremos que la gente se siga sintiendo obligada a abandonar el país para buscar oportunidades de empleo y mejor calidad de vida.
- No deseamos recortes en los servicios de salud ni en la vigilancia policiaca.
- No queremos seguir sufriendo a causa de las fallas en el servicio de agua potable y en el servicio de energía eléctrica.
- Y no deseamos el colapso de los fondos de retiro.
- En fin, no queremos cambios significativos en nuestro estilo de vida, pero soñamos con soluciones rápidas y efectivas a nuestros problemas. Deseamos que la crisis forjada a lo largo de varias décadas se resuelva fácilmente, sin pagar el alto precio que requieren las soluciones.
Es evidente que el problema principal del país no es la falta de dinero, sino la falta de liderazgo efectivo que produzca un consenso sobre el camino a seguir para salir de la crisis. Hasta que no alcancemos un consenso social sobre el País que deseamos forjar, la crisis seguirá estrangulando el País.
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El Rev. Dr. Pablo A. Jiménez es el pastor de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en el Barrio Espinosa de Dorado, PR. http://www.drpablojimenez.com