Iglesias con libros abiertos
Desde su comentario inicial sobre el tema, el pasado jueves 14 de abril de 2016, Juan Zaragoza, el secretario de Hacienda de Puerto Rico, ha continuado con su cruzada sobre los impuestos a las Iglesias. El Secretario insiste en que su departamento pronto comenzará a investigar iglesias que, aunque reclaman ser entidades sin fines de lucro, en realidad funcionan como “negocios familiares”.
No puedo negar que las aseveraciones de Zaragoza han causado malestar entre el liderazgo religioso del país, no tanto por la sustancia del asunto sino por cómo lo está planteando. En principio, la inmensa mayoría de las Iglesias Protestantes, Evangélicas y Pentecostales en Puerto Rico funcionan como entidades sin fines de lucro. Por eso, a la mayoría de los ministros no nos preocupan las investigaciones que puedan venir.
Lo que molesta es la insistencia pública del Secretario en el asunto, que está usando una brocha gorda en lugar de un pincel para delinear el tema. Sus amenazas e insinuaciones tienen el mal olor de la politiquería, ya que equivocadamente esta administración piensa que todas las personas protestantes o evangélicas son estadistas. Por eso, los comentarios de Zaragoza dan mala espina. ¿Acaso está preparando una cacería de brujas en plena campaña eleccionaria? ¿O será su iniciativa otra de las muchas cortinas de humo que los gobiernos de turno usan para distraer nuestra atención de los verdaderos problemas del país?
Claro está, la cruzada de Zaragoza lleva a la gente a especular. Por ejemplo, hace unos días escuché en la radio a alguien diciendo que “las iglesias deberían tener sus libros abiertos”. El comentario me pareció impropio porque el hecho es que en la mayor parte de las Iglesias Protestantes los informes financieros son documentos públicos.
Tome el caso de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), denominación para la cual trabajo desde el 1980. En cada una de nuestras Iglesias locales hay una Comisión de Finanzas que vela por el buen manejo del dinero. También tenemos otros oficiales—electos por la congregación—que ocupan funcionan como Tesoreros/as y Sub-tesoreros/as de la Iglesia local. Además, se nombra un Comité de Educación en Mayordomía que educa a la congregación sobre el buen uso de las finanzas.
La Comisión de Finanzas prepara un presupuesto anual que debe ser aprobado por la Asamblea de la Iglesia. En dicha asamblea, todo miembro de la Iglesia tiene voz y voto. Del mismo modo, la Comisión de Finanzas le presenta informes anuales a la Asamblea, cuerpo que los recibe y los revisa. Esto da oportunidad para fiscalizar el buen uso del dinero, de las propiedades y de los demás recursos de la Iglesia.
Como no es sensato hacer una Asamblea cada mes, este cuerpo delega algunos de sus poderes en una mesa directiva, que en nuestro caso se conoce como la “Junta de Oficiales”. Este cuerpo recibe informes financieros mensuales, lo que permite velar por la sana administración de los recursos.
Durante el año, cualquier persona que sea miembro activo de la Iglesia puede solicitar los informes financieros mensuales. También puede observar las reuniones de la mesa directiva, con voz pero sin voto.
Cada febrero, en la Convención anual de nuestra denominación, se presenta un resumen de los informes financieros de cada congregación. Del mismo modo, se presentan los informes financieros del nivel central de nuestra denominación.
Esta es la manera como operan todas las congregaciones de mi denominación, que se distingue por tener sus “libros abiertos”. Y la mayor parte de las denominaciones protestantes tradicionales en Puerto Rico operan de manera similar.
Si el Secretario de Hacienda ha recibido confidencias sobre crímenes contra el fisco por parte de supuestas instituciones religiosas, debe investigarlas y, de ser necesario, penalizarlas. Lo que no debe hacer es ensuciar el buen nombre de todas las Iglesias Protestantes, Evangélicas y Pentecostales del país.
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El Rev. Dr. Pablo A. Jiménez es el pastor de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en el Barrio Espinosa de Dorado, PR. http://www.drpablojimenez.com