El ángel de la lluvia
“¡Hola! ¿Es esta la oficina de Puerto Rico?”, dijo el ángel Ruperto. “¡Sí! ¡Bienvenido! Yo soy Ángelo, o por lo menos ese es mi apodo”, contestó el ocupante de la oficina. “¿Ángelo? Nunca había escuchado un nombre como ese”, respondió el recién llegado. “Bueno, ese no es mi nombre, sino un apodo. Me lo pusieron en honor a un antiguo jugador de la Selección Nacional de Baloncesto de Puerto Rico”. “¿De qué?”, preguntó Ruperto. “¡Ay!”, pensó Ángelo, “otro que me … Ver más ➡