Un solo disco de Cheo Feliciano
¿Recuerda aquel “party” de marquesina? Antes del advenimiento del “DJ”, fuimos muchos los que organizamos fiestas de marquesina para nuestros condiscípulos.
El primero que yo organicé fue para mi grupo de séptimo grado, apretujando más de cuarenta personas en la oscura marquesina de mi casa. ¿Y por qué en mi casa? Por nuestra amplia discoteca, donde se conjugaban los más de 150 discos de mi tío Humberto, de mi tía Nidia y de mi mamá, sin contar los míos.
Claro está, mi colección era la más pequeña. Aunque no recuerdo cuantos eran en ese momento, tengo claro en mi memoria cual fue el primer “Long Playing” que compré: Un disco de José “Cheo” Feliciano titulado “With a little help of my friend”. El título, que hace referencia a una canción de los Beatles, queda claro cuando uno ve la carátula del disco. La foto recoge a Cheo dándole la mano a Catalino “Tite” Curet Alonso, el autor definitivo del bolero y la salsa de Puerto Rico. Este es el disco que incluye éxitos como “Naborí”, “Salomé” y “Hace furó”.
Ese fue el segundo disco de Cheo con VAYA Records, una subsidiaria de la Fania. El primero se llamó “Cheo” y en su carátula presentaba al cantante mirando la bahía de San Juan. El disco tuvo exitazos que redefinieron la carrera del ponceño, tales como “Anacaona”, “Pa’ que afinquen”, “Por si llueve” y los bolerazos “Mi triste problema” y “Franqueza cruel”. Claro está, como rumbero que soy, las canciones que más que gustaban del disco eran “Esto es el guaguancó” y “Mano caliente”.
Aunque usted no lo crea, yo nunca tuve un “LP” de ese disco, sino un “cassette” de “8 Track” (si usted no sabe lo que es un “8 Track”, pregúntele a su abuelito). Pero el orden de los factores no altera la rumba. El hecho era que bastaba uno solo de esos discos para montar el “party” de marquesina. En un solo disco de Cheo tenías todo: el guaguancó cadencioso para bailar, el son montuno al compás, la salsa caliente donde “se soltaban los caballos” y el bolero para meditar junto a la pareja en una sola loseta.
Las contribuciones de Cheo a la música latina no se limitan a estas dos joyas del género tropical. Antes de estos discos, Cheo fue una de las voces del Sexteto de Joe Cuba. Con el lanzó éxitos tales como “El Pito (I Never Go Back to Georgia)”, “Bang Bang”, “El ratón”, “Ariñañara” y “A las seis”. El público identificaba tanto la voz de Cheo con el sonido de Joe Cuba, que en los dos discos reseñados arriba los productores imitaron el estilo del Sexteto, grabando con una base de percusión acompañada por un vibráfono.
Después de aquellos dos discos centrales, Cheo cosechó otros éxitos. Importante por demás es su disco “La voz sensual de Cheo Feliciano”, donde grabó “Juguete” (mi bolero favorito), “Como Ríen” y “Contigo a la distancia” (su bolero favorito), dirigido por el maestro argentino Jorge Calandrelli.
Los salseros más jóvenes asocian otras canciones con la obra musical de Cheo. Para esos, su bolero por excelencia es “Amada mía”, escrito por José Nogueras y sus canciones emblemáticas son las versiones que grabó de “Anacaona” y “El ratón” con la Fania All Stars.
El foco en estas canciones tan conocidas deja en el tintero mucha música buena. No debemos olvidar las canciones de avanzada que grabó con Tite Curet Alonso, tales como “Juan Albañil” y “Sobre una tumba humilde”. Tampoco debemos menospreciar sus canciones en inglés, tales como “Half Crazy”, ni sus colaboraciones con Eddie Palmieri y Tito Puente.
En resumen, la música de José “Cheo” Feliciano ha formado parte del “sountrack” de la vida del pueblo puertorriqueño y del mundo de habla hispana. Para apreciarla, basta escuchar un sólo disco de Cheo Feliciano.
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El Rev. Dr. Pablo A. Jiménez es el pastor de la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en el Barrio Espinosa de Dorado, PR. http://www.drpablojimenez.com y http://www.prediquemos.net.