Las cartas están puestas sobre la mesa
Kim Jong-un sigue la tradición de su padre y su abuelo, de extorsionar a los americanos y al mundo, para ganar tiempo y dinero que le permita desarrollar su programa de armamento nuclear. Juega a que negocia y cede, a que presiona y concede, pero siempre vuelve a provocar y continúa con su objetivo de desarrollar un cohete intercontinental con capacidad nuclear. En la década del noventa, el presidente de Estados Unidos (EEUU), Bill Clinton, llegó a un acuerdo nuclear … Ver más ➡