¿Y Tú cómo vivirás la Navidad?
Ya cerca de la fecha, vamos en conteo regresivo para que llegue la ansiada Navidad. Hay los que siguen a toda máquina a los Villa Quién (Película Grinch) en la carrera por llenarse de cosas materiales para celebrar, pero hay muchos que desde hace años vamos en búsqueda de otros modos de vivir-nos y vivir la Navidad.
Tengo la oportunidad de acompañar personas que desean hacer nuevos caminos de vida, más allá de las propuestas superfluas del sistema. Escuchando las vivencias y deseos de las personas, voy descubriendo la insatisfacción que muchos siguen experimentando. Insatisfacción a nivel de las estructuras políticas, sociales y eclesiales pero también a nivel interior. Insatisfacción con el modo de vivir, de estar en medio de las realidades que acontecen. Hay una mayor conciencia de que existe una voz interior de donde brota la intuición, la sabiduría para afrontar las problemáticas personales y colectivas. Pareciere que a más ruido y desconcierto en la superficie de las cosas y la propia vida, hay algo en el interior que quiere ser descubierto. Cada día son más los que andan tras eso.
Más allá del ateísmo que algunos declaran ante las contradicciones de las estructuras eclesiales, pareciere que va naciendo un reencuentro con todo lo concerniente a la espiritualidad y búsqueda del Dios justo que se encarna en las acciones de tantas personas de buena voluntad que desde sus religiones y desde la grandeza de su amor (aunque no profesen una religión) van construyendo un mundo nuevo. Se comienzan a romper las falsas ideas del Dios de una varita mágica que deja que el mundo se vaya por la borda, a una comprensión más amplia del sentido de la libertad humana desde la cual Dios que es amor, es capaz de transformar lo injusto e inhumano. Dios que habita en todo y se muestra desde nuestras propias vidas y acciones.
Voy presenciando el renacimiento de muchas personas que van descubriendo que es posible estar en paz, en serena calma y desde su interioridad y espiritualidad vivir en apertura para afrontar la vida y construir la nueva civilización. Viviendo la coherencia entre sus acciones y sus prédicas. Siendo más auténticos, creciendo en solidaridad, reconociendo sus heridas, buscando la sanación para transitar nuevos caminos de liberación interior donde los miedos, corajes, ansiedades, tristezas, egoísmos no nos roben la grandeza del Ser.
Para los cristianos la Navidad es la recordación del misterio del que se sigue hablando miles de años después; el nacimiento de Jesús. Pero más que nada, la Navidad significa un viaje al interior para allí encontrar y crecer eso que ya poseemos. Que nos permite vivir al modo de Jesús. La grandeza del amor que es lo único que nos libera y nos salva. Hay muchas razones para celebrar esta Navidad, pero hay que estar alertas para que no nos roben su verdadero significado, el que trasciende el 25 de diciembre y busca hacerse propuesta de vida.
Por mi parte celebraré la vida, la del Dios Trino que se manifestó en la primera Navidad en forma humana, y toda la vida. Me gozaré las parrandas, comeré lechón, agradeceré los regalos que sigo recibiendo en mi viaje a través del cáncer, oraré, visitaré niños de comunidades en necesidad, compartiré con la familia y amigos.
Pero sobre todo buscaré estar cerca del pesebre en silencio, en escucha, para que desde el misterio del nacimiento de Jesús en absoluta pobreza, mi amor renazca con la Navidad. ¿Y Tú cómo vivirás la Navidad?
La autora es Trabajadora Social, Focusing Trainer y Directora del Instituto a Para el Desarrollo Humano a Plenitud de los Centros Sor Isolina Ferré Inc. empresa social dedicada al ofrecimiento de talleres y vivenciales para propiciar el crecimiento y la sanación interior en personas que deseen asumir un liderato afirmativo de sus vidas y vivir plenamente.
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