Retomar el año
A dos semanas de comenzado el 2019 es posible que algunos ya ni nos acordemos de las resoluciones que hicimos a principios del año y andemos presos de inquietudes temores sobre el futuro. El año nuevo ha estado enmarcado en una serie de eventos violentos y una avalancha de noticias sobre estos. No es posible visitar alguna red social sin ser salpicados por comentarios sobre este tema. El deterioro social y económico del país sigue mostrando sus secuelas.
Algún experto en comunicaciones me aconsejó hace poco; “hay que alejarse del exceso de noticias fatalistas”, lo que no quiere decir enajenarse, pero si protegerse de la competencia que existe por divulgar en cientos de lugares las mismas noticias al punto que si no cuidamos el alma y la mente terminamos atrapados en pensamientos y sentimientos de frustración que son puerta para los males emocionales.
Retomemos el año, supimos hacerlo con gallardía después del huracán. Sin medios de comunicación, sin redes, sin electricidad. La sola voluntad nos unió y nos llevó a atender lo urgente, salvar vidas, abrir el camino. La voluntad férrea del pueblo nos sostuvo durante aquellos meses de tinieblas y no sucumbimos a pesar de las muchas perdidas.
Pa’ atrás ni pa’ coger impulso dice un viejo refrán. Creo que es momento de afirmar el paso hacia adelante y descubrir las muchas verdades que se nos siguen revelando en este tiempo de incertidumbres. Verdades sobre las acciones del gobierno, sobre las trampas mediáticas, sobre la voz del pueblo que expresa su lamento en medio de la violencia y quiebra del país. Correr el velo de un sistema de inequidad que se perpetua de muchos maneras y nos anestesia. Sé que vamos despertando y descubriremos el camino a seguir.
Con los puntos y narcotraficantes deberíamos poder emular aquello que hizo Sor Isolina Ferré cuando nadie se atrevía. Allá para los años 70 fue a visitar a los líderes de las avispas -organización de narcotráfico en Ponce- logrando acuerdos con ellos. Aunque ahora hay nuevas realidades, preguntémonos por qué no hubo ni muertos ni balaceras en esta despedida de año. Algo de conciencia estoy segura existe en estos jóvenes que han sido atrapados en las redes de la calle. Quizás las organizaciones comunitarias, que conocen las realidades de las comunidades pudieran servir de puente en mediaciones y acuerdos con estos grupos.
2019 será un año bueno en medio de las crisis, no lo dudo. El pueblo seguirá saliendo a protestar y denunciar lo injusto. Los vecinos se seguirán uniendo para descubrir cómo vivir en solidaridad y desde ella resistir los tiempos muertos que todavía nos toca atravesar en lo que sigue surgiendo la nueva civilización.
Seguirán surgiendo las iniciativas desde la periferia, empresas solidarias, movilizaciones juveniles para defender su educación, acciones de las comunidades para atender las necesidades colectivas. No dudo que seguiremos apoderándonos y cuestionando a los que no nos representen. Aprendiendo a vivir liberándonos del consumismo desmedido. Surgirán nuevas expresiones de la espiritualidad que construye el bien.
Te invito y me invito a retomar el año y no dejar que nos roben la esperanza.