Escribir sana, libera, nos permite renacer
Llevo cinco años en este medio escribiendo sobre temas del buen vivir. Hoy los celebro por lo mucho que he descubierto al escribir y compartir mis reflexiones. Durante este tiempo he redescubierto los beneficios de la escritura como terapia, como acto liberador.
Desde hace mucho escribo sobre las alegrías y angustias de mi existir y sobre los interrogantes que han poblado mi alma. Desde tiempos donde jamás se pensaría que el papel sería sustituido por una pantalla y el lápiz por el teclado, yo al igual que muchos otros, coleccionaba libretas y papeles con escritos que nacían del corazón más que de la razón.
Escribir ha sido una forma de procesar lo vivido, de aclarar los temores, de construir el futuro, de procesar las perdidas y tristezas. No concibo la vida sin las letras, pero sobre todo no concibo una vida donde no pueda expresar con la tinta de mis dedos lo que anida en mi corazón.
Atravesar el huracán María de la mano de la escritura fue el mejor refugio que pude dar a mis miedos y angustias. Cuando las noches nos arropaban en medio de la total oscuridad, sin internet y sin teléfono, escribir a la luz de la vela o de la linterna se convirtió en la terapia más liberadora que pude tener. El mejor consuelo que me pude dar y di a los que acompañé a través de mis escritos.
Te recomiendo pruebes el arte liberador de la escritura. Cuando te sientas cargado por el peso de lo que vas viviendo con relación al paso del huracán o sobre otras situaciones de tu vida, cierra tus ojos por unos momentos, toma varias respiraciones profundas, recorre tu cuerpo buscando esas sensaciones que se expresan corporalmente sobre lo que vas experimentando.
Tomate unos minutos para estar con esa sensación que surge de modo vago o difuso pero presente. Recíbela, siéntela y desde ella escribe. Escribe sobre lo que te preocupa, sobre lo que no aceptas o no entiendes de tu momento. Sobre tus sentimientos, los que sean. Escribe al menos dos párrafos y regresa a tu respiración, busca conectar con la sensación corporal y coteja si ésta cambio.
Te aseguro que sentirás menos peso y mayor claridad. Si deseas puedes compartir lo escrito con alguien que te acompañe y si no, puedes guardarlo e ir escribiendo de modo sencillo los capítulos de tus siguientes vivencias.
La nueva historia de tu vida se escribe con tu propia letra. De eso se trata la escritura liberadora, de ir escribiendo una nueva historia desde las luces y sombras del caminar. De utilizar nuestra propia letra para escribir el presente que aspiramos y abrir paso al futuro que deseamos construir. Ojalá que al igual que yo, recibas sanación y liberación desde el viaje a través de la escritura.
La autora es Trabajadora Social y dirige el Instituto para el Desarrollo Humano a Plenitud. personal.https://www.crecimientoaplenitud.org/
lortiz@csifpr.org