Hace unos años, mucho antes de que los casinos de Las Vegas y Atlantic City comenzaran a cumplir ese papel, cuando Don King solía hacer carteleras megamillonarias en sitios tan exóticos como Zaire, Filipinas y Venezuela, el ingenioso y hasta maquiavélico promotor de boxeo siempre lograba que inversionistas locales corrieran todo el riesgo económico y, por lo regular, los dejaba endeudados y olvidados.
Y el Don se iba con los bolsillos llenos, aunque sabiendo que jamás podría volver a esos sitios.
Es lo que se conocía como ‘quemar’ una plaza.
Hoy en día, Floyd Mayweather, Jr. parece seguir ese mismo patrón.
Pero con una diferencia: siempre espera un tiempo prudente antes de inventarse una ‘exhibición’ contra algún desconocido, preferiblemente en Japón, y siempre se mete al bolsillo otra manada de millones que luego, alardosamente sonriente, coloca en una mesa frente a él para que le tomen una fotografía.
Money Mayweather, efectivamente.

El acto más reciente de esa artimaña ocurrió este sábado pasado en Saitama, Japón, cuando Mayweather, de 45 años, se enfrentó en una exhibición boxística al japonés Mikuro Asakura en la Saitama Super Arena.
Asakura, de 30 años, es un experimentado peleador de las artes marciales mixtas, que ha sido campeón de las 143 y 154 libras en algo conocido como Fighting Network Rings.
Como sea, en lo poco que duró el espectáculo, Asakura demostró unas destrezas boxísticas aceptables y gran agresividad, logrando conectarle varios golpes de fuerza al cuerpo del legendario peleador defensivo.
Pero Mayweather, en efecto, logró exhibir también sus elegantes movimientos defensivos antes de acabar el encuentro de un solo golpe en el segundo asalto de la pelea que, claro está, fue transmitida por ‘pay per view’.
Asakura no logró levantarse antes del conteo de 10.

Aunque el resultado fue extraoficial, por supuesto, al tratarse de una exhibición, Mayweather logró el cometido que él mismo había anticipado: “Una pelea fácil, una bolsa fácil y un cheque fácil”.
Se esperaba que Mayweather ganara alrededor de $22 millones.
En su última exhibición, en 2018, también en Japón, Mayweather había despachado en un asalto al ‘kickboxer’ de 20 años Tenshin Nasukawa, derribándolo tres veces.
Su bolsa entonces fue, supuestamente, de $9 millones.
Y no hay que olvidar que, en 2017, Mayweather se ganó supuestamente $300 millones por vencer en 10 asaltos al famoso peleador de artes marciales mixtas, Conor McGregor, en un encuentro celebrado en Las Vegas que generó٠ más de 4.3 millones de ventas en ‘pay-per-view.

Este, sin embargo, fue considerado una pelea oficial, a pesar de que representaba el debut boxístico de McGregor.
Al contrario de como ocurría con Don King, Mayweather, que terminó su carrera profesional con marca de 50-0, múltiples títulos mundiales y la exaltación al Salón de la Fama, todavía no parece haber quemado ninguna plaza.
Hay tres posibles explicaciones: hay mٞás dinero ahora, más gente deseosa de ser embaucada… o Mayweather es demasiado inteligente.
¿Alguien lo duda?
Ahora se está hablando de que Mayweather podrٟía recibir $1.200 millones en una revancha con McGregor.



El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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