Nueva etapa en el boxeo
No hacía falta que HBO anunciara que se retiraba del boxeo para que entendiéramos que el deporte del boxeo, a nivel masivo, está entrando en una nueva etapa.
Desde hace par de años la tendencia era clara: el boxeo de primer nivel, de las grandes peleas multimillonarias, estaba alejándose de las pantallas del televisor e introduciéndose cada vez más en el mundo de las transmisiones cibernéticas vía ‘streaming’, accesibles más a través de los ‘laptops’ y de los celulares que a través de la misma televisión.
Pero hacía tiempo que había desaparecido aquel HBO, que en los años noventa dominó el boxeo hasta el punto de que a menudo era la cadena ‘y no los promotores’ la que decidía quién iba a pelear con quién.
Y, con contadas excepciones -como los espectáculos que atraían la atención de todo el mundo, más allá del deporte, como las peleas de Mayweather con Pacquiao y Conor McGregor-, las cifras del ‘pay-per-view’ iban en picada, y muchos se lo atribuían a la piratería que permitía que cientos de miles de espectadores obtuvieran acceso gratuito a la señal.
Pero incluso las carteleras presentadas por HBO regular comenzaron a desfallecer: la SuperrFly3 celebrada el 8 de septiembre en Los Angeles, con la participación de McWilliams Arroyo enfrentándose al japonés Kazuto Ioka entre tres importantes peleas en las 115 libras, no atrajo ni a 400,000 televidentes.
Por comparación, un episodio de Game of Thrones, por la misma cadena, puede llegar a los 10 millones.
“HBO es una cadena de entretenimiento”, comentó el promotor Bob Arum al enterarse de la decisión, “y llegaron al punto en que entendieron que económicamente les resultaba mejor usar el dinero que estaban gastando en el boxeo para desarrollar nuevas series y documentales que le rendían mucho más a la compañía”.
Y Peter Nelson, el vicepresidente de deportes de HBO, explicó: “Tenemos estudios que demuestran que ya el boxeo habؙía dejado de ser un factor determinante cuando le gente decidía si se subscribía a HBO”.
Como era algo que se veía venir, los grandes promotores -Top Rank (con Arum), Golden Boy y las empresas europeas como Matchroom Boxing del británico Eddie Hearn-, ya habían venido apretando las tuercas, fortaleciendo las medidas de seguridad para evitar el robo de sus transmisiones,
concentrándose cada vez más en distintas plataformas de ‘streaming’ que les permitía controlar mejor su negocio: la Top Rank y Bob Arum fueron los que dieron el primer gran paso al desligarse de HBO después de una relación de 35 años y asociarse a ESPN, debutando en grande con la defensa de Manny Pacquiao ante Jeff Horn en Australia.
Posteriormente, Arum firmó un contrato de siete años con ESPN, duradero hasta 2025, que le permite no tan solo utilizar los tres canales principales de la cadena -ESPN, ESPN2 y ESPN Deportes-, sino, y con gran frecuencia, la nueva plataforma de ‘streaming’ ESPN+.
Aunque no había abandonado por completo HBO, la Golden Boy de Oscar de la Hoya tomó una decisión parecida al ligarse recientemente con Facebook para comenzar a transmitir sus carteleras por Facebook Live, mientras que, en Europa, Matchroom firmó un contrato de mil millones de dólares con DAZN por ocho años que posiblemente le permitirá competir de tú a tú con los otros grandes suplidores de transmisiones ‘en continuo’, que es como algunos traducen ‘streaming’.
.Por DAZN, por ejemplo, se transmitió la defensa del sábado 22 de septiembre en Londres en la que Anthony Joshua defendió sus correas del peso pesado ante Alexander Povetkin, y se transmiten también las peleas del torneo World Boxing Super Series, incluyendo la del próximo 20 de octubre en Orlando en la que el boricua Manny Rodríguez expondrá su cetro gallo de la FIB ante el australiano Jason Moloney.
Entretanto, la defensa que hará en Las Vegas el boricua Angel “
Tito’ Acosta de su cetro minimosca de la OMB ante el mexicano Abraham ‘Choko’ Rodríguez irá por Facebook Live.
Claro, todas o casi todas estas transmisiones son pequeños ‘pay-per-view’: para ver el ESPN+ hay que subscribirse y pagar $4.99 mensuales, por ejemplo, y para tener acceso a las transmisiones de DAZN el pago mensual es de $9.99.
Solo las transmisiones por Facebook de la Golden Boy, como la de este sábado en la noche que presentó al boricua Abner Cotto ante el excampeón Jorge Linares, parecen apostar a sufragarse por los auspiciadores y no le cobran a los televidentes, por lo menos por sus peleas regulares.
Habrá que ver si todas sobreviven o, incluso, si alguna tiene más éxito que las otras y se convierte en la nueva empresa dominante en el mundo de las transmisiones de boxeo.
Algo parece cierto, sin embargo: nunca habrá otro gigante como lo fue HBO… en sus buenos tiempos.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
(ceuyoyi@hotmail.com).
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