Además de permitir que jugadoras ya establecidas en la Liga Superior se mantengan activas, y que las jóvenes prospectos adquieran más experiencia, la Confederación Puertorriqueña de Voleibol (Copuvo) también sirve para que algunas jugadoras tengan una segunda oportunidad en sus carreras.
Un caso especial es el de Keidy Candelaria, la esquina de 5-10 de estatura que está teniendo la oportunidad de jugar con las Capis de San Juan, el equipo que cuenta con jugadoras como Dulce María Téllez, Génesis Collazo, Kanisha Jiménez y Kathia Sánchez y lidera la División A con marca de 5-0.
Keidy, de hecho, ha figurado entre las mejores anotadoras del equipo en algunos juegos, y fue la mejor, con 13 puntos, en la victoria del 11 de octubre contra Aguas Buenas.
Y en un juego contra Humacao, una victoria en cuatro sets, consiguió cuatro ‘aces’ en el mismo primer parcial.
Nada mal para una jugadora que no jugaba en una liga organizada desde 2014.

“Después de jugar cuatro años con la Universidad de New Haven en División 2, estuve un tiempo sin jugar y subí mucho de peso”, dijo.
“En los últimos años estuve viviendo en la Florida, con mi trabajo -administrando un restaurante-, y lo único que jugaba era en torneos informales, incluso ‘coed’”.
“Pero todo el que me veía jugar, algunos de los cuales me conocían de Puerto Rico, me preguntaban que por qué yo no estaba jugando”.
En efecto, Keidy, de 30 años de edad, ha jugado voleibol desde que tenía cinco años, y es producto de Arsel, el club de voleibol de Levittown, y luego jugó en las distintas categorías mientras estudiaba de cuarto grado a cuarto año en la Bayamón Military Academy, cuando ya se le reconocía como una gran promesa.
En New Haven, de paso,.aun se conservan sus marcas: es una de las siete jugadoras de la institución que amasó más de 1,000 ataques y 1,000 asistencias, y ocupa el octavo lugar en ‘aces’, con 180.

“A veces alguna gente piensa que por ser División 2 no es bueno, pero en mi último año nosotros terminamos con marca de 37-2, estábamos entre los mejores ocho de toda la nación y jugábamos contra equipos de División 1 y les ganábamos”, comentó.
“Ya desde el año pasado me dije que quería tratar de nuevo, y empecé con más fuerza desde que en abril regresé a vivir permanentemente en Puerto Rico”, dijo. “Incluso Jamille (Torres, el dirigente de las Capis) estuvo hablando para ver si algún equipo de Superior me daba una oportunidad”.
“Pero ahora estoy muy agradecida por esta oportunidad de jugar en Copuvo”, agregó. “San Juan es tremenda organización”.
“No diría que ahora mismo estoy lista para Superior, pero tengo mi entrenador personal y me gustaría que me hicieran esa misma pregunta de aquí a dos meses”.
“Sé que es ahora o nunca”.

“Lo bueno que yo siempre he tenido es que siempre me ha apasionado el voleibol -mi hermana, Farah Paret, que ahora es ancla de deportes en Telemundo Orlando- jugó Superior con Toa Baja y Arecibo. Y siempre he tenido mucho sentido de juego”, continuó.
“Pero donde siempre me he destacado más en los pases, en la defensa”.
Al mismo tiempo que continúa su carrera en el voleibol, Keidy también tiene en marcha otras ambiciones.
“En Florida, yo empecé un restaurante desde cero y lo corrí todo el tiempo, además de que estoy certificada como nutricionista”, dijo.
“Soy vegana, y sé que he estado mucho mejor desde que lo soy, porque antes tenía un problema digestivo, y mi idea es abrir un restaurante vegano, que atienda particularmente a los atletas”.
El próximo juego de las Capis será este jueves, cuando visiten a Gurabo a las 8:00 p.m.

El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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