Valeria León: del voleibol a las leyes
Cuando Valeria León pensaba que sería demasiado la carga de estudiar leyes a la misma vez que jugaba voleibol, ella solo tenía que pensar en Debora Seilhamer.
Tienen muchos puntos en común: ambas son ponceñas, ambas se desempeñan como liberos, ambas han estado en la Selección Nacional y ahora, desde mayo pasado, cuando Valeria se graduó de leyes, ambas son abogadas.
“Cuando jugué con Toa Baja en 2019”, recordó Valeria, de 26 años, “yo tenía que subir desde Ponce, donde estaba estudiando en la Católica, para jugar hasta tarde en la noche para entonces regresar a Ponce para ir a las clases de leyes por la mañana”.
“Fue algo complicado, algo muy duro”, agregó. “Es por eso posiblemente que pocas lo han hecho”.
“Pero cada vez que pensaba eso, me decía: ‘Si Debora lo hizo, yo lo puedo hacer también’”.
“Pero yo siempre he sido así: cuando decido hacer algo, no lo pienso mucho y solo voy y lo hago”, agregó.
Luego de haberse desarrollado como voleibolista en las categorías menores de Ponce, Valeria consiguió a los 16 años una beca deportiva para ir a estudiar en Ohio State.
“Y me fui para allá sin saber nada de inglés, y sin tener a nadie que hablara español”, dijo.
“Pero no lo pensé dos veces”.
Graduada eventualmente con una concentración en estrategias de comunicación, no fue hasta el final de esos estudios que Valeria decidió estudiar leyes.
“Algunos de los cursos que tomé estaban de cierta forma relacionados con las leyes y yo me di cuenta de que esos eran los que me gustaban más y donde me iba mejor”, dijo.
Y, finalmente, comenzó a estudiar leyes en la Universidad Católica a la misma vez que debutó con las Leonas de Ponce en la temporada de 2017.
“Yo siempre fui esquina hasta que empecé en Ohio State, donde empecé a jugar como libero”, explicó.
En la siguiente temporada -2019- estuvo con las Llaneras, donde compartió la posición de libero con Nayka Benítez; en la temporada de 2020 -suspendida a medias por el Covid- se desempeñó con las Indias de Mayagüez y en 2021 jugó de nuevo con las Leonas de Ponce.
Entonces, cuando las Leonas recesaron para la temporada de este año, Valeria fue seleccionada en un sorteo especial por las Criollas de Caguas, bajo el entendido de que el próximo año volverá a estar con las Leonas si la franquicia regresa.
“En Caguas estoy teniendo una experiencia diferente, porque aquí estoy jugando como especialista en defensa”, dijo, al recordar que Shara Venegas es la libero titular.
“Es algo que no había hecho antes: aunque es muy parecido a ser libero, también hay algunas diferencias”.
“Normalmente entro en un doble cambio para servir, y entonces me quedo toda una rotación mientras Shara pasa a jugar de esquina”, agregó.
Pero su vida continúa siendo muy ajetreada.
“Soy abogada, pero para tener la licencia tengo que tomar la reválida, que va a ser en septiembre”, dijo. “Y eso quiere decir básicamente que me paso ocho horas al día estudiando, hasta que me tengo que ir a practicar o jugar”.
No obstante, Valeria está contenta.
“Ha sido algo muy especial el tener esta oportunidad de jugar con Caguas y me lo estoy disfrutando muchísimo”, dijo. “Vamos a ver si ganamos ese campeonato”.
Luego de la reválida, Valeria tendrá ante sí otra difícil decisión para la próxima temporada: jugar o no jugar.
“Va a depender de muchas cosas: va a depender de donde consiga trabajo y de que no me conflija con el voleibol”, dijo.
“Pero mi plan ahora mismo es seguir jugando voleibol mientras pueda”.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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