El debut de Sol González como dirigente en la liga femenina de voleibol no pudo haber sido más exigente.
La veterana central se retiró después de jugar en 2021 su tercera temporada con las Changas de Naranjito, pero se mantenía ligada íntimamente al voleibol con el club Sideout, de Hatillo y como dirigente del equipo senior femenino del Colegio San Rafael, de Quebradillas.
El pasado miércoles de junio, sin embargo, recibió una sorpresiva llamada del apoderado de las Changas, el lcdo. José Rojas.
“El me preguntó si estaba lista para hacer algo atrevido”, recordó, riendo, “y entonces yo le pregunté que en qué yo le podía ayudar”.

“El me dijo que tenía confianza en mis habilidades y que quería ofrecerme la oportunidad de dirigir interinamente a las Changas”, agregó.
“Yo lo consulté con mi esposo y él me dijo que era una buena oportunidad”.
Así, sin siquiera haber tenido la oportunidad de tener una práctica con un equipo que tenía marca de 0-4 y que, para colmo, no tendría disponible a la refuerzo Karsta Lowe, quien había viajado a Estados Unidos, Sol dirigió a las Changas la noche siguiente, cuando cayeron en cuatro sets ante las inspiradas Atenienses de Manatí, en un partido local en el que las Changas dieron la batalla y perdieron dos sets en puntos extra.
Luego de una práctica el viernes, las Changas regresaron a la Gelito Ortega el sábado y, de nuevo sin Lowe -quien regresó a la Isla pero se encontraba indispuesta- consiguieron sus primeros dos puntos de la temporada al vencer en cinco sets a las Valencianas de Juncos.

Sol hizo dos ajustes importantes en el cuadro de las Changas: colocó a Génesis Collazo como opuesto, la posición que había desempeñado mayormente Lowe, y a Legna Hernández como una de las esquinas, junto a la refuerzo Madison Villines.
Las tres fueron cruciales en la victoria: Collazo anotó 20 puntos, siendo la segunda mejor del equipo detrás de los 21 de Villines, y Legna aportó 13.
“A Legna la trajimos para estabilizar el pase, porque todo el mundo sabe que ella es una de las mejores pasadoras de esta liga”, dijo. “Nos habíamos percatado de que el porcentaje de pases estaba muy bajo, y que teníamos que subirlo para que (la acomodadora) Jaimeson Lee pudiera hacer mejor su trabajo”.

“Y nos dio resultados en ese juego”.
Y ahora Sol, que aun no ha sido nombrada en propiedad, tendrá el tiempo suficiente para hacer los ajustes adicionales que considere necesarios, aunque ella tiene la ventaja de haber sido excompañera recientemente de la mayoría de las jugadoras.
“Todos los equipos tienen una semana libre durante la temporada y esta es la semana que nos tocó a nosotros”, dijo. “No tenemos juego hasta el juego local contra Caguas el 15 de junio, que el que originalmente iba a jugarse el pasado domingo en Naranjito”.
“No tendremos juegos, pero será una semana de mucho trabajo”.
“Vamos a tener practicas todos los días, de martes a sábado, y va a ser la primera vez que voy a poder practicar con el equipo completo, incluyendo a Karsta”.

Entretanto, el apoderado “me dio la potestad de buscar a los candidatos a formar parte de mi equipo de trabajo, y ya he identificado a algunos”, dijo.
Al cesar en sus funciones, como es habitual, el dirigente anterior Javier Gaspar se marchó junto a todo su equipo de trabajo.
“Hasta ahora, que yo recuerde, solo conocía a Xiomara (Molero) como mujer dirigente, al menos en este nivel”, dijo Sol. “Pero vamos a ver si podemos seguir aumentando la cantidad de mujeres dirigentes”.


El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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