¿Es correcto decir que Cuba se está ‘abriendo’ al boxeo profesional, por el hecho de que la federación cubana acaba de anunciar un acuerdo con una compañía promotora mexicana para que seis de sus peleadores ‘elite’ participen como profesionales en una serie de cuatro carteleras empezando por una programada para el 20 de mayo en Aguascalientes?
Se supone que en ese programa seis cubanos se enfrenten a seis peleadores mexicanos profesionales en combates a seis asaltos en una presentación de la empresa Golden Ring, que ya en junio pasado presentó un programa similar entre cubanos y profesionales mexicanos, aunque en aquella ocasión fueron combates de exhibición.
“No creo que pueda hablarse de apertura”, dijo el abogado cubano radicado en Miami, Tony González, quien ha representado a peleadores cubanos como Guillermo Rigondeaux, Yuriorkis Gamboa, Odlanier Solís y Rances Barthelemy en el profesionalismo, entre otros, luego de que Cuba prohibiera el boxeo profesional en 1962.

“Segַún lo que he leído, ellos no están permitiendo que todos los boxeadores que quieran pelear como profesionales puedan hacerlo, como ocurre en todos los otros países”.
“Más bien lo que están haciendo es cogiendo a los peleadores que estaban en el equipo de los Domadores de Cuba, que son un grupo muy pequeño, y están poniéndolos a pelear siguiendo el mismo formato que se usaba con los Domadores”.
Los Domadores de Cuba son la franquicia cubana de la llamada Serie Mundial de Boxeo que auspicia la federación internacional, una liga ‘semi pro’ donde, sin perder su estatus de aficionados, se enfrentan equipos de distintos países en carteleras individuales.
“Pero el total es limitado: no pueden ser más de 20 o 25”, agregó González.
“En Cuba hay muchísimos peleadores que no podrían pelear así y no pueden irse a pelear como profesional cuando quieran: eso no es una apertura”.

Según las nuevas reglas del boxeo internacional, adicionalmente, un peleador no pierde su elegibilidad aficionada hasta que no llega a las 10 peleas como profesional.
De acuerdo al comunicado emitido por Cuba y Golden Ring hace dos semanas para anunciar el acuerdo, en el equipo cubano figurarٞán los campeones olímpicos Julio César de la Cruz, Arlen López y Roniel Iglesias, así como el tres veces medallista olímpico Lázaro Alvarez, Andy Cruz y Yoenlis Feliciano Hernández.
Cuba no admite el boxeo femenino.
Al hacer el anuncio, el presidente de la federación cubana, Alberto Puig, adujo que mantener “una preparación deportiva y competitiva de los boxeadores cubanos para seguir representando y poniendo el alto el nombre del boxeo cubano en todas las competencias donde forme parte y el beneficio económico que representa para boxeadores, cuerpo técnico, y triada médica qué trabajan con el equipo, son de los principales objetivos”.
Pero, al igual que con otros deportes, en particular el béisbol, Cuba lleva años sufriendo la partida -o’deserción’, como la llaman usando un término militar- de muchos de sus mejores boxeadores, mayormente hacia los Estados Unidos, donde varios se han convertido en estrellas y campeones mundiales.

Y González piensa que la federación cubana está permitiendo que algunos de sus peleadores cobren por pelear -como hizo la de béisbol al dejar que algunos de sus peloteros fueran a jugar de refuerzos en Corea y Japón- para desalentarles el deseo de emigrar.
Sin embargo, es de esperarse que sea la propia federación la que negocie el pago por las peleas y le asigne un pago individual.
“No creo que les vaya a quedar mucho dinero (a los peleadores)”, dijo González.
“Por ejemplo, en otros países, el gobierno otorga premios en efectivo a los atletas que ganen medallas en las olimpiadas y, por experiencia propia -con Gamboa y el dos veces campeón olímpico, Rigondeaux y los otros- yo sé que lo único que ellos recibían era una placa y una palmadita de ‘bien hecho’ en la mano”.

A partir del campeonato mundial de octubre y noviembre pasado en Serbia, la IBA (Asociaciٕón Internacional de Boxeo) comenzó a otorgar premios de $100,000 por ganar la medalla de oro, $50,000 por la de plata y $25,000 por la de bronce, y continuará esa práctica, con distintos montos, en las principales competencias internacionales avaladas por la Asociación.
Eso no aplica a las Olimpiadas, Panamericanos o Centromericanos, eventos que caen bajo el manto del COI.
Cuba ganó el pasado mundial al obtener tres medallas de oro y dos de bronce, siendo los medallistas dorados De la Cruz, Cruz y Yoenlis Hernández.
“Habría que ver cuánto de ese dinero habrٞán visto ellos”, dijo González.
De hecho, poco después de que otros dos peleadores cubanos abandonaran la delegación cubana a principios de abril durante la Copa Continental que se celebró en Ecuador, Kevin Brown Bazain y Herich Ruiz aseguraron que no se veٟían futuro en Cuba.

Ruiz, por ejemplo dijo en una entrevista que aún se le debe el premio de $25,000 que debía corresponderle por haber ganado la medalla de bronce en el Mundial de octubre pasado
“En Cuba no iban bien las cosas”, dijo el peleador de 27 años. “Tuve una medalla de bronce en el Mundial, pero vi que iba a ser lo mismo, por la tardanza en pagarme el dinero. Decidí irme a buscar otro futuro’’.
A su vez, el welter Brown, de 28 años, quien también participó en el Mundial, comentó: “Llevaba nueve años y para mí las cosas ya no estaban caminando bien en el equipo nacional, ni están caminando. Ya no soy un niño. Decidí que en el 2022 mi carrera tenía que ser fuera de Cuba. No puede pasar de este año y gracias a Dios así fue’’.
“Para quienes conviven allí, en el equipo nacional, no es un secreto que lo que dicen allí es mentira. Vi el anuncio de las peleas de boxeadores cubanos con profesional y me reí. En este boxeo profesional van a llevar a los mismos, y luego van a probar a dos o tres, pero es mentira eso de que van a llevar a segundas y terceras figuras”, dijo Brown, de acuerdo a un artículo publicado por la página Play-Off Magazine.

La AMB y el CMB ya han anunciado que están dispuestos a acoger con los brazos abiertos en sus clasificaciones a los profesionales cubanos, e incluso Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, aseveró que los cubanos “automáticamente se convierten en un peligro para los campeones mundiales”.
Según se dijo, ambos peleadores que ‘desertaron’ en Ecuador permanecen en ese país, en espera de poder trasladarse eventualmente a los Estados Unidos”.


El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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