Después de una larga carrera en el aficionismo, que le llevó a representar a Estados Unidos y a Puerto Rico en varias competencias internacionales y a obtener la medalla de oro por la Isla en los Juegos Centroamericanos de 2018, la neoyorquina de ascendencia boricua, Nisa Rodríguez, finalmente ha decidido hacerse profesional.
Pero, tal como le ha pasado en el último año, la pandemia del coronavirus ha provocado de nuevo un leve cambio en sus planes.
“Ya todo estaba acordado para que yo debutara el 17 de diciembre en una cartelera que iba a haber en la ciudad de Nueva York”, dijo hace poco la peleadora de 30 años de edad, “pero luego me informaron que se ha suspendido temporeramente”.
“En Nueva York están tomando nuevas medidas por el covid y parece que eso provocó que se suspendiera la cartelera, aunque esperamos que se celebre en algַַ֙ún punto de enero”.

Nisa, naturalmente, formaba parte de la selección nacional boricua que estuvo largos meses entrenando y fogueándose para las Olimpiadas de Tokio, antes de ver sus sueños tronchados por la decisión de cancelar el Preolímpico de América, lo cual privó a muchos de la oportunidad de ganarse la clasificación.
“Claro que fue algo frustrante”, dijo Nisa, “pero mi filosofía es que las cosas siempre pasan por alguna razón”.
“Sí pienso que tal vez hubiese sido mejor que yo empezara en el profesionalismo cuando era más joven”, agregó Nisa, “pero también es cierto que se esa manera no hubiese tenido toda esta experiencia de viajar por todo el mundo representando a Estados Unidos y Puerto Rico, lo cual creo que me dará una ventaja como profesional”.

Madre de un muchacho de 12 años, agregó: “Nosotras las mujeres somos tremendas. Es verdad que los hombres también tienen hijos, pero ellos no tienen que atenderlos como los cuidamos nosotras, para encima de eso tener que entrenar”.
Pero también le ayudó a tomar esa decisión el padecimiento pulmonar que sufrió en 2019 en el clasificatorio Panamericano de Nicaragua, lo cual le impidió participar en los Panamericanos de Lima, donde se le consideraba una sólida candidata para darle una medalla a Puerto Rico junto a las conseguidas por Oscar Collazo y Yankiel Rivera.
“Es cierto que ahora uno puede hacerse profesional y seguir en el aficionismo”, dijo, “pero no creo que yo lo vaya a hacer. Debido a mi padecimiento pulmonar, creo que debo cuidarme más y evitar dar muchos viajes al exterior”.
Nisa entrena en Brooklyn con Andre Rozier, quien es también el entrenador de Edgar Berlanga.
“Firmé con Havoc Boxing, una compañía de Nueva York, que va a ser mi promotor y mi manejador, ambas cosas a la vez”, dijo.

“El plan es debutar en las 160 libras, pero bajar después a las 152, mi peso natural”.
De hecho, Nisa ayudó en los guanteos a Amanda Serrano para su pelea del sábado18 de diciembre en Tampa, y Serrano le agradeció públicamente debido a que su rival, la española Miriam Gutiérrez, a quien golpeó a mansalva durante 10 asaltos para ganar una decisión en las 135 libras, le confesó luego del combaten que estaba pesando 160 libras.
“Por suerte mi amiga Nisa me ayudó, porque ella pesa 165”, dijo.


El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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