Darangelys le coge el gusto a dirigir
Como jugadora de voleibol, Darangelys Yantín siempre decía que no le gustaría ser dirigente una vez terminara su carrera como jugadora activa.
Debido a una tragedia, la jugadora universal, pero que mayormente jugaba como medio, tuvo que retirarse antes de tiempo en mayo de 2015, cuando ella apenas tenía 29 años:
“Yo me eliminé con Carolina un jueves y ya el sábado ocurrió el accidente”, dijo.
El accidente automovilístico fue uno en el que murió su novio, el baloncelista Andrés ‘Corky’ Ortiz y el hijo de este, y le produjo a Darangelys unas lesiones, incluyendo la fractura del fémur y del brazo izquierdo, que en efecto le dieron fin a si carrera.
Darangelys dirigiendo a las Lancheras.(Foto por Kevin A. Sánchez).
Pero Darangelys, quien fue a residir en Jacksonville, donde debía recibir sus terapias físicas, poco tiempo después regresó al voleibol para asistir a su hermano, Yordan Yantín, quien estaba dirigiendo colegialmente en esa ciudad.
Y le empezó a gustar.
“Yo siempre decía que no me gustaría dirigir”, dijo, “pero poco a poco me fue gustando. Por lo menos era como una terapia, una manera de mantenerme cerca del juego en el que ya no podía seguir jugado”.
Nacida en Ponce pero desarrollada en Ceiba, Darangelys, quien estuvo 13 años activa en la liga superior, y varias veces con la selección nacional en distintas categorías, incluyendo la adulta, ganó un campeonato con Corozal en 2010; más recientemente ha empezado a dirigir en las categorías menores de Cataño cuando ha pasado temporadas en la Isla aunque sigue viviendo en Jacksonville.
“Me gusta, porque ayudo a desarrollar a las jugadoras más jóvenes”, dijo. “Después de todo, yo tuve que aprender algo en todo ese tiempo que estuve jugando”.
Pero en octubre de este año Darangelys subió de nivel como dirigente, al nombrársele para dirigir a las Lancheras de Cataño de la Confederación Puertorriqueña de Voleibol (Copuvo), donde cuenta incluso con jugadoras que están o han estado en la liga superior.
“Algunas de ellas, como Pamela Cartagena y Sheila López, hasta habٟían sido compañeras mías cuando yo jugaba”, dijo.
La libero Shalimar Merlo y las medios Emily Negrón y Miriam Quijano también forman parte del equipo.
Y la experiencia ha sido más que positiva hasta el momento: luego de los juegos de este fin de semana, Cataño tenía marca de 5-2 y 14 puntos, y se encuentra de lleno en la lucha por el primer lugar de la sección 2 de la División A (adulta).
Sus cinco victorias representan el segundo total más alto de la liga, detrás de las siete de las Sirenas de Salinas, que marchan invictas y en el liderado de la sección 1.
Darangelys aseguró que su compromiso con el equipo es hasta el final de la temporada, lo cual puede incluir una participación bastante alargada en la postemporada después que concluya el itinerario regular de 10 juegos: cuatro equipos de cada sección pasan a la fase siguiente.
¿Cree ella que tiene buenas opciones al campeonato?
“Yo siempre tomo las cosas día a día”, dijo. “Uno nunca sabe lo que puede ocurrir al día siguiente”.
Algo sí es cierto: la temporada va a un ritmo tan lento, con un juego por semana para cada equipo, que Darangelys cree que muchos de los equipos que tienen varias jugadoras de Superior van a perder sus servicios, ya que es común que los equipos de la Liga Superior empiecen a reclamarlas para sus prácticas.
“Y yo no debo tener ese problema, porque tengo unas veteranas”, dijo finalmente.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
(ceuyoyi@hotmail.com).
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