Cidra vuelve a ser potencia en la Doble A
Los Bravos de Cidra han sido el equipo dominante de la Doble A en el siglo 21, al haber ganado siete de sus nueves campeonatos del 2005 al 2016.
Eso los deja como el segundo equipo con máscampeonatos, detrás de los Mulos de Juncos, que rompieron el empate al ganar su décimo en la temporada de 2019.
Esa temporada, la última que ha logrado completarse, no fue una típica para los Bravos, sin embargo. Debido a varias lesiones cruciales, el equipo, dirigido entonces por Juan ‘Igor’ González, solo jugó para 10-10 en la campaña regular, y se eliminó ante Aibonito en la primera ronda de los ‘playoffs’ de la sección Central.
Para la temporada de 2020, el equipo entonces reclutó como dirigente a Luis López, el otrora defensor del cuadro interior que jugó 11 años en grandes ligas y también tuvo una larga carrera en la liga invernal, donde en los últimos años se ha desempeñado como uno de los ‘coaches’ de los Criollos de Caguas.
Miguel Martínez.
Y el equipo empezó la temporada de 2020 apagando fuego: “Teníamos marca de 5-0, y un sexto juego que había que completar porque estaba empatado”, recordó López.
Pero entonces llegó la pandemia y la temporada tuvo que suspenderse en marzo y, eventualmente, cancelarse.
“Para nosotros, este año es la continuación de aquello”, dijo López.
“Nos preparamos para eso: la preparación fue la clave”.
“Jugamos un sinnúmero de juegos de fogueo -10 u 11-, pero esa era la idea”, agregó.
En efecto, los Bravos comenzaron la temporada de 2021 ganando sus primeros tres juegos, con marcadores de 14-1 (contra Comerío) y 5-1 y 1-0 contra los Polluelos el domingo 4 de julio.
Actualmente, el equipo cuenta con una efectividad colectiva de 0.72 y un promedio de bateo de .286 y se prepara para visitar este domingo 11 de julio para un doble encuentro a Barranquitas.
El primer juego del equipo, el viernes 2 de julio, fue un partido reasignado del doble encuentro con Comerío que se había suspendido en la jornada inaugural del 27 de junio, y se apuntó la victoria el veterano lanzador zurdo de gran experiencia profesional, Miguel Martínez, con una gran producción ofensiva del receptor, también de experiencia profesional, Alexander Márquez, quien conectó de 4-3 con un jonrón y cuatro remolcadas, y del jardinero derecho Francisco Rosario, quien bateó de 4-4 con dos remolcadas y tres anotadas.
En el primer juego del domingo pasado, a nueve entradas, José Figueroa obtuvo la victoria, con salvado para Iván Maldonado, mientras que Francisco ‘Ati’ Cruz bateaba de 4-1 con un cuadrangular.
A segunda hora, a siete entradas, el zurdo de experiencia profesional, Efraín Nieves, Jr., hijo el legendario exreceptor aficionado y ahora apoderado de los Bravos, se acreditó la victoria al lanzar cinco entradas en cero.
No fue un comienzo sorpresivo. De hecho, antes del comienzo de la temporada, un panel de dirigentes y periodistas escogió a Cidra como el favorito ‘sobre el papel’ para ganar el campeonato, en parte debido a la buena cantidad de profesionales que tiene en su nómina.
Y el equipo cuenta, además de sus tres lanzadores profesionales y de Márquez, con el veterano Rey Navarro como antesalista y tercer bate, y el jardinero derecho Riquerdy Mariñés, quien llegó en un cambio con Carolina y tiene que viajar todas las semanas desde su residencia en Florida.
“Y tenemos otros que son aficionados pero han jugado en la liga profesional”, recordó López.
“Realmente tenemos dos equipos”.
La profundidad resulta más impactante en el cuerpo mopntitular: en una liga en la que muchos equipos tienen que contentarse con tener dos buenos abridores, los Bravos tienen cuatro: Martínez (quien tuvo marca de 5-1 y 1.24 de efectividad en 65.1 episodios en 2019), Figueroa, Nieves y Christian Rivera, quien debe abrir el segundo juego de este domingo luego de que Martínez trabajé en el primero.
Tal es la profundidad, que Iván Maldonado, quien está tercero con 56 victorias entre los lanzadores activos que más juegos han ganado en la Doble A y que fue adquirido antes de la temporada pasada luego de haber sido el mejor abridor de los subcampeones Jueyeros de Maunabo, es el ‘closer’ del equipo.
“En la Doble A siempre había abierto”, dijo López, “pero ha relevado como profesional y queríamos a alguien que tuviera esa experiencia”.
¿Coincide López con los que opinan que su equipo debe ser el favorito?
“A mí no me gusta menospreciar a los demás equipos”, dijo López, quien había sido ‘coach’ con los Bravos en 2007, “porque la Central es una sección en la que tradicionalmente se pitchea y se batea y Cayey y Aibonito son equipos muy fuertes”.
“Pero nosotros estamos preparados”.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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