¿Playball?
Hay muchos celebrando el regreso del béisbol de Grandes Ligas, y con mucha razón: después de largos meses de angustias luego de que quedara abortado en pleno vuelo el período de ‘spring training’, donde eternamente los equipos y los fanáticos empiezan a salivar en anticipo del comienzo de la temporada regular, y luego de unas negociaciones entre los dueños y la Asociación de Peloteros donde la diplomacia y el buen juicio volvieron a brillar por sus ausencia, finalmente un árbitro se parará detrás del home y cantará ‘playball’ el próximo 23 de julio.
Pero probablemente lo hará detrás de una mascarilla.
De lo que tal vez algunos no están muy conscientes es que, una vez concluya el breve período de entrenamiento que debe comenzar el primero de julio, la temporada en sí, de apenas 60 juegos, en muchos sentidos apenas será reconocible como una temporada de béisbol: ¿Bateador designado en la Liga Nacional? ¿Utilizar la espantosa regla del corredor en segunda base al comenzar las entradas extra? ¿Los jugadores sentados en las gradas para propiciar el aislamiento social? ¿Los equipos jugando solamente contra sus rivales divisionales, aunque de ambas ligas?
¿Y cómo será una temporada cubierta todavía por la aureola del coronavirus, con estadios vacíos y cavernosos? ¿Romperá récords de audiencia en la televisión?¿ڕIncluso compitiendo directamente con los ‘playoffs’ de la NBA y el inicio de la NFL, también en transmisiones especiales desprovistas de público?
¿Y con los peloteros molestos hasta la rabia por no haberse podido lograr un acuerdo intermedio y teniendo MLB que ejercer su derecho de ordenarles jugar?
Pero hay otra cosa.
Incluso en estos días, en los que los jugadores ni siquiera han empezado a llegar en masa a sus respectivos estadios para empezar a entrenar oficialmente, han empezado a llover los casos de positivos, tanto de atletas como personal de apoyo de las novenas.
¿Qué va a pasar si empiezan a surgir casos positivos en plena temporada, como muy probablemente ocurrirá, a pesar de todos los esfuerzos protocolares y pruebas preventivas que se hagan? ¿Suspenderán a equipos completos?
Y lo peor de todo es que, al no llegarse a un acuerdo, el sindicato de jugadores se reservó el derecho de entablar una demanda por daños y perjuicios contra MLB que podría ascender a los cientos de millones de dólares.
En fin, cabe señalar que, después de un año tan amigable, las dos partes tendrán que discutir el próximo año el nuevo convenio colectivo, ya que el convenio actual expirarٞá en diciembre de 2021 y sabe Dios lo que los dueños y los peloteros exigirán después de un año en el que ninguno habrá devengado ni remotamente lo que había estado acostumbrado a devengar.
En fin, ahora se podrá cantar ‘playball’, pero no creo que se haga con mucha alegría, sino más bien con tono lúgubre, propio de los funerales.
Y al final, no creo que nadie pueda cantar ‘victoria’.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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