Jeyvier lo tiene todo en contra
En el béisbol, el equivalente sería que lo pusieran a batear a uno en conteo de 0-2, con un bate roto y un árbitro al que se le acaban de romper los espejuelos. Frente a Randy Johnson.
Y Jeyvier Cintrón lo sabe.
“La gente piensa que yo no tengo oportunidad, que lo tengo todo en contra y que es muy cuesta arriba”, dijo el invicto zurdo bayamonés recientemente antes de una sesión de entrenamiento en el gimnasio Félix Pagán Pintor, de Guaynabo, en preparación para su pelea del 31 de diciembre en Tokio frente a Kazuto Ioka por el cetro supermosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
“Hasta yo a veces lo pienso así”, confesó.
“Ioka es un buen peleador, el primer japonés que ha ganado títulos en cuatro pesos distintos y se ha enfrentado a buenos peleadores”, agregó.
“Pero yo también soy un buen peleador”.
Su entrenador, Iván Calderón, coincide con él.
“Lo que la gente mira es que Jeyvier solo tiene 11 peleas y que Ioka es un cuatro veces campeón mundial que va a estar peleando en su casa y tiene todas las ventajas”, dijo, “pero yo digo que él nunca ha peleado con alguien como Jeyvier”.
En efecto, aunque su marca es apenas de 11-0 con cinco nocauts, Jeyvier, retador obligatorio de Ioka (24-2 y 14), tuvo un período de incubación más largo y más exigente que la norma antes de entrar al profesionalismo.
Este incluyó el haber competido a los 17 años en los Juegos Olímpicos de 2012 celebrados en Londres -antes de que la Federación Internacional subiera la edad minima a 19 años-, luego de haberse ganado el puesto en el equipo boricua gracias a dos victorias sobre el futuro campeón mundial Manny Rodríguez, un medallista de oro en las Olimpiadas Juveniles de 2010.
Entonces, luego de ganar la medulla de bronce en las 114 libras en los Centroamericanos de Veracruz en 2014, Jeyvier se convirtió en 2016 en el único peleador boricua en clasificar para las Olimpiadas de Río, algo que en gran medida logró gracias a su participación en los torneos semi-pro de las llamadas Series Mundiales de Boxeo, utilizadas por la federación internacional entonces como antesala de la eventual apertura del olimpismo a los peleadores profesionales.
Ligado desde su debut como profesional en abril de 2017 a la Top Rank, Cintrón, de 24 años e hijo del fogoso expeleador profesional Javier ‘Perrito’ Cintrón, comenzó en el profesionalismo peleando en el peso gallo, antes de que Calderón, viendo que hacía las 118 libras con facilidad, le sugiriera hacer campaña en las 115, donde además debía gozar de una gran ventaja en estatura sobre la mayoría de sus oponentes al medir 5’8”.
Ioka, de 30 años, mide 5’5”, por ejemplo.
Entonces, el 25 de mayo, en Kissimmee, en una eliminatoria por el primer lugar en el ‘ranking’ de la OMB, Jeyvier pareció haber chocado con un revés devastador cuando sufrió lo que de primera instancia fue declarado un nocaut en el primer asalto ante el japonés Koki Eto, un exmonarca peso mosca de la AMB, aunque luego la decisión fue cambiada a ‘no contest’ cuando el vídeo demostró que el golpe de nocaut tipo Deontay Wilder había sido provocado por un cabezazo al mentón.
En la revancha, celebrada el 2 de agosto, Cintrón se apuntó una holgada victoria (99-90 en las tres tarjetas) sobre Eto, quien entonces tenâa marca de 24-4-1 y 19.
“En esa pelea, Jeyvier, como había ocurrido lo que había ocurrido en la primera, estuvo mucho más cauteloso”, dijo Calderón, “y se dedicó a boxearle en todo momento”.
Esa capacidad para cambiar de estilo es la que provoca que Calderón y Cintrón, pese a todo lo que tienen en contra, se sientan optimismas en torno a la pelea con Ioka.
“Jeyvier es un técnico, compo era yo”, dijo el otrora campeón peso mínimo y minimosca de la OMB, “y, cuando uno es técnico y tiene la capacidad para cambiar su pelea, no hay que tener una estrategia particular ni entrenar de cierta manera”.
“Yo siempe digo que con los técnicos lo principal es tener buena condición”, agregó. “Y cuando empieza la pelea, yo siempre le doy a mi boxeador el primer asalto, para que él haga lo que quiera hacer. Entonces, si veo algo que hay que corregir o cambiar, es que yo le empiezo a decir lo que hay que hacer”.
Pese a haber sido campeón peso mínimo de la AMB y el CMB y minimosca y mosca de la AMB, Ioka tiene dos derrotas en su expediente -ante el tailandés Ahmat Ruengoeng al disputarle el cetro mosca de la FIB en mayo de 2014, y ante el fiulipino Donnie Nietes al pelear por primera vez por el cetro supermosca de la OMB en diciembre del año pasado.
Ambas derrotas fueron por decisión dividida.
Antes de eso, estuvo retirado entre abril de 2017 y septiembre de 2018 antes de reaparecer con una victoria por decisión frente al boricua McWilliams Arroyo.
“Lo importante es que no es un peleador invencible, que ya ha sido derrotado, y, según he visto, le dan problema los peleadores zurdos y altos”, indicó Calderón.
Jeyvier exhibe esas dos características.
“Si Jeyvier gana este título, teniendo todo esto en contra, entonces no hay dudas de que de pronto lo tendrán que reconocer como el principal prospecto de Puerto Rico”, prosiguió.
“Pero es como yo le digo a él: tú haz tu pelea y gana, que si por una casualidad te la quitan, todo el mundo la va a haber visto y va a saber quién en realidad ganó”.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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