Vivir la vida en entradas extra
Para Alex Díaz, el dirigente de los Piratas de Cabo Rojo, debió haberle recordado aquella célebre frase de Yogi Berra: “Esto es deja vu de nuevo otra vez” (It’s déjà vu all over again).
El sٞábado de la semana pasada, después de un juego que duró٠ mٞás de ocho horas, sus Piratas lograron vencer 8-7 a los Titanes de Florida en un juego que se extendió a 20 entradas y que terminó pasadas las 4:30 de la madrugada.
“Si nosotros no hubiésemos anotado en esa entrada”, dijo Alex, “ya poco después iba a estar saliendo el sol”.
Hubiera sido un caso único: un partido nocturno que terminó siendo diurno.
Fue un juego espectacular celebrado en el parque Tuto Mendoza, de los Piratas.
El equipo local perdía 4-1 antes empatar con un ataque de tres carreras en la parte baja del octavo episodio.
Entonces, en la decimotercera, los Titanes se fueron al frente 5-4 y Cabo Rojo volvió a empatar por un doble de Carlos Flores y en la decimoctava, luego de que Florida se fuera arriba 7-5, un error luego de dos outs permitió que los Piratas anotaran dos vueltas y volvieran a nivelar el marcador.
Finalmente, un sencillo de Francisco Cuebas remolcó a Emmanuel Zapata con la anotación decisiva en la vigésima entrada.
Con el triunfo, Cabo Rojo puso su récord en 3-6 para mantenerse precariamente con vida en el ‘round robin’ a 14 juegos de los cuartos de final del Carnaval de Campeones.
Alex Díaz.
Para Alex, naturalmente, fue un juego que debió recordarle en especial dos juegos celebrados en el viejo Cholo García de Mayagüez cuando él defendía el jardín central de los Indios y estos se enfrentaban en la postemporada a sus archienemigos, los Senadores de San Juan
En la Serie Final de la temporada de 1994-95, los Indios, dirigidos por Tom Gamboa, y contando en su elenco, además de Díaz, con figuras como Wilfredo Cordero, José Pito’ Hernández, Tony Valentín, Roberto Hernٞández, José Rosado y Julio Valera, terminó derrotando a unos Senadores dirigidos por Mako Oliveras que contaban, entre otros, con Roberto Alomar, Edgar Martínez, Carlos Delgado y Carlos Baerga.
En un juego, los Indios tuvieron que venir de atrás en las entradas extra, en una ocasión después de un enorme cuadrangular de Delgado y en determinado momento parecieron haber ganado en una entrada posterior cuando, con las bases llenas, el veloz jardinero John Cangelosi ejecutó un perfecto toque suicida, con Alex en primera base.
“No me acuerdo de quién era el ٞárbitro”, dijo Alex, “pero, cuando todo el mundo estaba celebrando, Roberto Alomar se le acercó en segunda y le preguntó algo”.
“Entonces buscaron la bola tiraron a segunda y a primera, y dijeron que era un doblepley, porque supuestamente Cangelosi ni yo habíamos tocado las bases y la carrera no había sido válida”.
El juego continuó y eventualmente lo ganaron los Indios, pero esa fue la serie que San Juan terminó ganando en ocho juegos. culminando con un partido que se jugó en el Solá Morales debido a que en San Juan llevaba dos días lloviendo y no había podido jugarse en el Bithorn.
Y ese fue el equipo de San Juan que luego se transformó en el ‘Dream Team’ y ganó la Serie Caribe de ese año, celebrada en Puerto Rico.
Al año siguiente, Mayagüez eliminó a San Juan en semifinales, con un partido que se extendió a 18 entradas en el Cholo.
Pero el juego celebrado en Cabo Rojo no tiene que envidiarles nada a estos, según Alex.
“Fue un gran juego”, dijo Alex. “Si hubiera sido un juego errático, uno decía, ‘bah, que gane cualquiera’, pero no lo fue, fue un juego con muchas buenas jugadas de parte de ambos equipos, con jugadores tirándose de cabeza para atrapar líneas”.
Pero a pesar de la euforia del triunfo, Alex estaba consciente de que la ruta era empinada para su equipo.
“Hemos tenido mala suerte”, dijo, “cometimos unos errores y el ‘bullpen’, no nos respondió; Lo que más siento es que Benny Cepeda no haya ganado todavia en esta serie”.
Cepeda, el as monticular del equipo, fue quien abrió el juego del sábado.
Para colmo, los Piratas jugaban sus dos partidos de este fin de semana con los Mulos de Juncos, líderes del Carnaval con 7-2 y el próximo fin de semana con los campeones Toritos de Cayey (6-3), y al principio les fue mal al caer 9-0 el viernes ante los Mulos.
Pero entonces, el sábado, Cabo Rojo remontó desventajas de 4-0 y 6-4 para empatar 6-6 y eventualmente ganar en 13 entradas, 7-6, con otra jugada que debió refrescarle la memoria a su dirigente: un toque suicida de Joel Rivera con las bases llenas.
Alex muy bien pudo haber repetido otra frase de Yogi Berra, el legendario receptor de los Yankees: “It ain’t over till it’s over”.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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