¿Una nueva versión de Sandy Koufax?
Si se echaba un vistazo a los líderes de las Mayores en la mañana del pasado viernes, uno de los nombres que debía saltar a la vista es el de Max Fried.
Porque Fried, un zurdo de 25 años de edad con los Bravos de Atlanta, es actualmente el líder en victorias en la Liga Nacional, como parte de un juvenil elenco que incluye también a un derecho de 21 años llamado Mike Soroka, quien tiene marca de 5-1 y sería el líder en efectividad de las Mayores con 1.07 si tuviera más entradas lanzadas.
Fried, quien tenía marca de 7-2 con 2.88 de efectividad, posee una recta que le llega a las 98 MPH pero tiene como lanzamiento primordial una curva a la que los expertos consideran entre las mejores de las Mayores: una curva enorme, en arco descendente, que paraliza a los bateadores contrarios.
Es el lanzamiento que, seg֙ún se dice, él tira hasta en un 70% de las ocasiones, y con el cual ha conseguido la mayoría de su 51 ponches en 56.1 entradas.
En las últimas semanas, algunos de los mejores analistas del béisbol han empezado a comentar acerca de una nueva tendencia a utilizar lanzamientos de rompimiento en el béisbol -en particular el ‘slider’-, luego de que durante años el énfasis exclusivo fuera en la velocidad.
Y Fried encaja perfectamente en esa tendencia.
En cierto sentido, parece ser un lanzador salido de épocas pasadas y lo curioso es que Fried no solo está consciente de ello, sino que, según dice, su estilo de lanzar está inspirado por el de un legendario lanzador zurdo que se retiró hace más de 50 años: Sandy Koufax.
De hecho, natural de Santa Mónica, California, Fried usó en su uniforme el famoso número 32 de Koufax con su equipo de escuela superior de Harvard-Westlake en Hollywood.
Y, en efecto, su forma de lanzar -la gran recta combinada con la curva enorme, lanzada a tres cuartos de elevación- es muy parecida a la del legendario lanzador de los Dodgers de Los Angeles que fue considerado el mejor lanzador del béisbol, ganando tres veces el premio Cy Young -de forma unánime- en un lapso de cuatro años cuando este se otorgaba al mejor lanzador de ambas ligas, hasta que un padecimiento de artritis en su brazo le obligó a retirarse a los 30 años en 1966.
Pero en el caso de Fried, se trata también de una influencia cultural.
“Siendo judío”, dijo Fried, “mientras crecía en Los Angeles y me desarrollaba como lanzador zurdo, Sandy Koufax era un buen modelo a seguir”.
Especialmente con la curva.
Sandy Koufax.
“He estado tratando de perfeccionar ese lanzamiento desde que tenía 12 años”, dijo Fried hace unos años en una entrevista con The Los Angeles Times cuando tenia 16 años.
“Para mí, nunca ningún lanzamiento va a romper tanto como una curva de Sandy Koufax.
“Cuando salía de su mano, parecía una recta, pero se desplomaba al final. Los bateadores no tenían idea de lo que les estaba tirando”.
Y cuando en la entrevista le preguntaron cómo llegó a saber tanto de un lanzador que había estado activo mucho antes de que naciera, Fried dijo: “Hay muchos vídeos de los juegos de Serie Mundial, y muchas fotos”.
“Traté de buscar toda la información que podía”.
Incluso, dijo, preparó un reporte sobre Koufax cuando estaba en la escuela elemental.
“Creo que saqué una A”, dijo.
Gracias en buena medida a ese lanzamiento, al graduarse de escuela superior Fried fue escogido en el séptimo turno de la primera ronda por los Padres de San Diego con un bono de $3 millones en 2012 luego de que Baseball America lo considerara el mejor lanzador zurdo del ‘draft’.
En agosto de 2014, sin embargo, fue operado del codo, y en diciembre de ese año, los Bravos, dispuestos a esperar por su recuperación, lo recibieron en un cambio junto a otros jugadores por Justin Upton y otro jugador de liga menor.
Fried perdió también todo el 2015, pero fue subido por los Bravos en 2017.
Ese año, en su corta estadía en las Mayores, tuvo marca de 1-1 con 3.81 de efectividad en 26 entradas y cuatro aperturas y en 2018 su récord fue de 1-4 con 2.94 en 33.2 episodios en cinco aperturas.
Y este año está haciendo quedar bien a Koufax.
Pero este, famosamente, por su fe judía, rehusó abrir el primer juego de la Serie Mundial de 1965 contra Minnesota cuando esa fecha coincidía con el día de recogimiento de los judíos, el Yom Kipur, que normalmente cae a fines de septiembre o principios de octubre.
En la entrevista que le hicieran hace años a Fried, le preguntaron que qué haría si se encontrara en esa sittuación.
“No he pensado en ello porque hasta ahora no he tenido que lanzar hasta tan tarde en el año, pero sin duda que sería una decisión muy difícil”, dijo.
“Tendría que consultarlo con mi familia y con todo el mundo para ver qué decisión tomar”.
Es de suponer que a los Bravos de Atlanta les encantaría que tuviera ese problema.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008, es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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