Temporada de cambios para los Sultanes de la Doble A
El gerente general de los Sultanes de Mayagüez, Héctor Rivera, lo admite con franqueza.
“Nosotros estamos maravillados de estar donde estamos ahora”, dijo.
La sorpresa no la causa el hecho de que el equipo, que ganó el campeonato nacional en 2017 y que de nuevo entró al Carnaval de Campeones en 2018, este año se encuentre galopando en la primera posición de la Sección Suroeste con marca de 12-3 y ya haya clasificado para la postemporada.
Lo sorprendente es que el equipo lo haya hecho luego de haberse desprendido de muchos de sus estelares antes del comienzo de la temporada.
“Lo que pasaba es que el apoderado del equipo entendió que no podía cumplir con las expectativas económicas que tenían muchos jugadores”, explicó Rivera.
Rikchy Borrero.
“Y cuando empezaron los cambios, hubo otros que empezaron a pedir cambio también, porque decían que íbamos a terminar teniendo un equipo de Clase A”, agregó.
“Pero me imagino que ahora muchos estarán diciéndose que este no era un equipo de Clase A”.
Entre los que se fueron estuvieron el lanzador Fernando González, el inicialista y ex dirigente interino Jorge ‘Kikito’ Jiménez, el jardinero y lanzador Edwin Cintrón, el lanzador Monaguillo Rivera y el jardinero Hibraim Córdova, entre otros.
“De los bosques, nos quedamos solo con uno, nos desprendimos de González, uno de nuestros mejores lanzadores y, del cuadro interior, salimos de tres de nuestros regulares”, agregó.
“Para colmo, al comienzo de la temporada descubrimos que Alberto Canales, nuestro mejor lanzador (6-1 y 2.56 el año pasado) tenía una inflamación en el brazo y no pudo lanzar en las primeras semanas de la temporada”.
Pero poco a poco el equipo nuevo se fue acoplando bajo el dirigente Félix ‘Pompi’ Vega, aglutinándose alrededor del estelar receptor de experiencia profesional Rikchy Borrero, Jugador Más Valioso de la liga en el torneo pasado, quien nuevamente estٞá registrando una gran temporada (.396 con un jonrón y nueve remolcadas).
Este, el jardinero central Christian Sojo (.382 con un jonrón y 12 remolcadas) y el antesalista Tony Méndez (.310 con siete remolcadas), representan también la continuidad con las temporadas anteriores, mientras que en la lomita el zurdo Luis Ramos (5-1 y 1.31), adquirido en unos de esos cambios, ha compensado por la ausencia de Canales, que apenas está volviendo a lanzar ahora.
Pero los cambios continúan: semanas atrás, José Feliciano, quien llevaba cinco años como apoderado, presentó su renuncia, dejando el equipo en manos del coapoderado, Pedro Bellido, el otrora apoderado del equipo de El Maní que ganó el campeonato de la Clase A.
“Eso era algo que se sabía que iba a ocurrir”, dijo Rivera, “porque Feliciano también está a cargo de los Indios de Mayagüez en la liga profesional y la federación tiene un reglamento que prohíbe que un apoderado esté en dos equipos, aunque sea de otra liga”.
“Hasta ahora se lo había permitido porque Feliciano no aparece como dueño con los Indios, sino como presidente de una Junta de Directores, pero de todos modos ya él había hablando con Bellido para que se hiciera cargo”.
Por último, el dirigente Vega terminó presentando su renuncia el pasado domingo luego de que los Sultanes vencieran 6-4 a los Patrulleros de San Sebastiٞán en el primer juego de un doble juego cuyo segundo partido fue suspendido por lluvia y se jugó el miércoles resultando en una victoria 3-2 de San Sebastiٞán.
“Lo que sucede es que Pompi tiene una situación de salud en su familia”, dijo el gerente general. “El domingo anterior no había dirigido, pero esta vez vino al parque y nos dijo que se había dado cuenta de que necesitaba un espacio para concentrarse en su familia”.
Por recomendación suya, el equipo dejó como dirigente interino a uno de sus ‘coaches’, Francisco ‘Tito’ Soto.
“Pompi es el dirigente también del equipo de béisbol del Recinto de Mayagüez, donde Tito es uno de sus ‘coaches’”, explicó Rivera. “El nos dijo que Tito era el hombre idóneo, porque ya sabía su forma de trabajo y yo le recomendé al apoderado que le diéramos esa oportunidad en vez de nombrar a un nuevo dirigente que no conociera el equipo y pudiera afectar la química”.
“De todos modos, el reglamento de la Liga permite que los dirigentes puedan estar de interimos hasta seis juegos, y tal vez durante ese tiempo mejore la situación familiar de Pompi y él pueda regresar”.
Y así está la situación: un equipo totalmente remodelado, ahora con apoderado y dirigente nuevos, intentará seguir su paso galopante en la postemporada.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
(ceuyoyi@hotmail.com).
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