Maunabo endereza el barco
Una de las características de la pelota Doble A es que los equipos no tardan mucho en cambiar de dirigente si las cosas no andan bien, algo que resulta comprensible cuando la temporada regular es apenas de 20 juegos y no se puede esperar mucho para enderezar las malas rachas.
Hace par de semanas, por ejemplo, cinco equipos cambiaron de dirigente entre un fin de semana y otro.
La semana ante pasada parecía tocarle el turno a los Jueyeros de Maunabo, equipo que este año había arrancado con marca de 3-5, habiendo sufrido ya una derrota más que las que experimentó en la temporada regular del año pasado, cuando ganó sus primeros cuatro juegos y quedó primero en su sección con récord de 11-4.
Pero ocurrió algo novedoso: el apoderado Israel Lebrón no cesanteó a Carlos Ferrer, quien no solo había tenido éxito como su dirigente en 2018, sino que es también uno de los pilotos más venerables de la liga, estando activo como dirigente desde 1991 y habiendo quedado seleccionado como Dirigente del Año en 1992 y 2016, ademٞás de haber sido Dirigente del Año a nivel seccional “en infinidad de ocasiones”, según él mismo recuerda.
“Lebrón es un apoderado muy conocedor del béisbol, que lo jugó”, dijo Ferrer. “Y él está dispuesto a correrse el riesgo y hacer los cambios que haya que hacer sin ningún temor”.
Impulsado tal vez por una doble derrota ante Patillas el domingo anterior, incluyendo un doloroso revés 11-10 en un juego que Maunabo había estado ganando 10-7 al llegar a la parte baja de la novena entrada, Lebrón hizo dos cambios importantes: primero, envió los Guardianes de Dorado al zurdo profesional Efraín Nieves, uno de sus lanzadores estelares y con experiencia profesional, así como al jugador del cuadro Eliud Ortega.
Recibió a su vez al estelar lanzador derecho con experiencia profesional, Iván Maldonado y al zurdo Ismael Marcano.
Pero el apoderado no tan solo se corrió el riesgo de cambiar a media temporada a uno de sus mejores lanzadores, sino que también cesanteó a dos de sus ‘coaches’: los reconocidos Amauri Rodríguez y Roberto ‘Concord’ Santana.
En su lugar, Lebrón reclutó nada menos que a Luis Matos, el exjardinero de Grandes Ligas que lleva tres años dirigiendo a los Criollos de Caguas en la liga invernal, ganando el campeonato de Puerto Rico y la Serie del Caribe en los dos primeros.
Y también al veterano lanzador derecho Orlando Romٞán, quien ha tirado para Matos en Caguas en las últimas tres temporadas.
“El se enteró de que ninguno estaba trabajando para otro equipo, les hizo el acercamiento y ambos aceptaron”, dijo Ferrer.
“Parece que Lebrón vio algo la semana anterior en el equipo y entendió que le hacía falta dinamismo”, dijo Ferrer, “así que tomó la decisión de hacer ese cambio en los ‘coaches’, para bien o para mal”.
Según resultaron las cosas, todo ha sido para bien y este pasado domingo el equipo reaccionó٠ con una doble victoria en casa ante Humacao, incluyendo victorias 7-6 y 6-5 en la que fueron los Jueyeros losque dejaron sobre el terreno al contrario.
Y no solo eso: Maldonado tiró efectivamente durante siete entradas en el primer juego, aunque sin decisión, y Marcano actuó en relevo en ambos encuentros.
“Para mí es un honor tener de ‘coach’ de banco a alguien como Matos, que ha tenido tanta experiencia y que incluso había estado dirigiendo en las Menores en los últimos años”, dijo Ferrer. “Y él efectivamente estuvo muy pendiente y se dio cuenta de muchas cosas que nos ayudaron a ganar esos juegos”.
Román, por su parte, accedió a trabajar como ‘coach’ luego de desistir de un intento de que lo reinstalaran para lanzar en la Doble A.
“Parece que él estaba pendiente de conseguir trabajo como lanzador en Estados Unidos y si firmaba para lanzar aquí no quería quedar mal si luego decidía irse, aparte de que hay unas sanciones por eso”, dijo Ferrer.
“Pero también hizo un trabajo tremendo con los lanzadores, muy pendiente de cuando venían zurdos o derechos”, agregó el dirigente.
“Y la química de los dos estuvo perfecta con todo el mundo”.
Por ahora, pues, todo vuelve a marchar bien en Maunabo, que este domingo visita para un doble encuentro a los Azucareros de Yabucoa a las 11:30 p.m. en el parque Francisco Negrón Díaz, de Las Piedras.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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