¿Estará Lomachenko subestimando a Pedraza?
¿Estará subestimando Vasyl Lomachenko a José ‘Sniper’ Pedraza?
Mi sospecha es que sí, y por varias razones.
Primero, el ucraniano de 30 años de edad, reconocido como uno de los mejores peleadores ‘libra por libra’ del mundo -si no el mejor-, apenas ha hablado en detalle del boricua en las entrevistas que le han hecho sobre la pelea unificatoria que ambos celebrarán el próximo sábado 8 de diciembre en el Teatro del Madison Square Garden.
Simplemente ha reconocido que puede ser una buena pelea, pero enseguida pasa a hablar de sus próximas ambiciones, cometiendo el pecado capital -tan temido por muchos boxeadores- de hablar de otros rivales potenciales antes de encargarse del que tiene al frente.
Por ejemplo., cuando, hace unas semanas, en una entrevista sobre la pelea, Pedraza (25-1 y 12 nocauts), el excampeón junior ligero de la FIB que ahora reina como campeón ligero de la OMB, expresó la creencia de que Lomachenko “técnicamente, no se ha enfrentado a un peleador como yo”, la reacción de Lomachenko, según la prensa, fue una risotada incrédula.
“¿En verdad dijo eso?”, preguntó.
Pero acto seguido el dos veces campeón olímpico que como profesional tiene marca de 11-1 con nueve nocauts y ha reinado en tres divisiones distintas, incluyendo el cetro ligero de la AMB que obtuvo al noquear en 10 asaltos al venezolano Jorge Linares el 12 de mayo y que ahora expondrá ante Pedraza, se puso a hablar de que “después de esta pelea se me va a hacer más fácil unificar títulos. Eso es lo que siempre he querido, ser el campeón indisputado, y este será un paso en esa dirección”.
“No espero que él me regale nada”, agregó. “Sencillamente voy a subir al ring a hacer lo que sé hacer muy bien”.
Incluso descartó la posibilidad de verse abrumado por un público mayoritariamente boricua en el Garden, donde estará peleando por cuarta vez en su carrera.
“No es la primera vez que me enfrente a un puertorriqueño en Nueva York”, dijo Lomachenko, quien en 2016 noqueó allí a Román ‘Rocky’ Martínez para conquistar el cetro junior ligero de la OMB.
“La última vez que nos enfrentamos a un puertorriqueño se dijeron las mismas cosas, pero cuando uno miraba al público se veían tantas banderas ucranianas como de Puerto Rico”.
Pero una señal adicional de que pueda estar subestimando a su rival va más allá de la poca importancia que parece darle a Pedraza en sus comentarios, hasta el grado de considerarlo una especie de escalón, lo es el hecho indiscutible de que aceptó la pelea unificatoria con el boricua de 29 años, un dos veces campeón mundial reconocido por sus grandes dotes boxísticas, a pesar de que fue operado en junio luego de sufrir un desgarre parcial en el labrum del hombro derecho supuestamente durante el segundo asalto de su pelea con Linares.
De acuerdo a los exámenes que entonces le hicieron, Lomachenko había sufrido una dislocación parcial del hombro y el propio peleador zurdo dijo que el dolor le impedía lanzar su gancho de derecha contra Linares, con quien, en efecto, tuvo que esforzarse al máximo y hasta visitó la lona en el sexto episodio y apenas iba arriba en una de las tarjetas cuando produjo el nocaut con un golpe al cuerpo en el décimo asalto.
El propio Pedraza ha comentado que tiene entendido que ese tipo de operación por lo regular requiere un proceso de recuperación mucho más prolongado aunque desde un inicio el médico que llevó a cabo la intervención artroscópica había dicho que Lomachenko podría estar de regreso en diciembre.
Pero quizá el médico pensaba que Lomachenko haría un combate cómodo para probar el hombro antes de tirarse enseguida a lo más profundo de la piscina sin saber si todavía puede nadar.
En fin, de lo que sí no parece haber dudas es de que las casas de apuestas sí están subestimando al boricua: hay casas que dan de favorito a Lomachenko hasta en proporción de 40-1, aunque la proporción más común es la de 12-1 a favor del ucraniano, y 1-7 por el boricua.
Esto quiere decir que por cada dólar apostado a Pedraza se pueden ganar $7, y por cada $12 a Lomachenko se puede ganar $1.
Pero, claro, todas estas interrogantes desaparecerán de pronto una vez empiece la pelea, y ahí estarán uno contra uno.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
(ceuyoyi@hotmail.com).
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