Explosiva demostración de Machado
De los cinco campeones mundiales que tiene actualmente Puerto Rico, podría argumentarse que Alberto ‘El Explosivo’ Machado y Angel ‘Tito’ Acosta, ambos promocionados por la Miguel Cotto Promotions en unión a la Golden Boy Promotions de Oscar de la Hoya, son los que han tenido el camino más cómodo.
Por un lado, Jesús Rojas tuvo que noquear a dos cotizados peleadores de la Golden Boy -el invicto Abraham López y el campeón dominicano Claudio Marrero– para apoderarse del cetro pluma de la AMB, y luego a duras penas conservó٠ el cetro pese a perder frente a otro cotizado peleador de la compañía de Oscar de la Hoya, Jo Jo Díaz, debido a que este úַltimo no logró hacer el peso para su pelea titular.
Machado derriba a Yuandale Evans.
José ‘Sniper’ Pedraza tuvo que vérselas con el súper cotizado Gervonta Davis cuando era campeón de las 130, tuvo que ir a la casa de Ray Beltrán en Arizona para conquistar el cetro ligero de la OMB y ahora se encamina a un duro combate unificatorio contra Vasyl Lomachenko, a quien algunos consideran el mejor ‘libra por libra’ y hasta ‘onza por onza’ de la actualidad.
Finalmente, luego de una larga espera como retador obligatorio, Manny Rodríguez tuvo que ir a Londres para conquistar el cetro gallo de la FIB para derrotar al británico Paul Butler, un excampeón mundial, acaba de vencer al invicto y cotizado peleador australiano Jason Moloney y ahora se encamina a enfrentar al japonés Naoya ‘Monster’ Inoue, otro considerado entre los mejores de todos los pesos.
Pero lo cierto es que no sería justo menospreciar el nivel de oposición que, por comparación, han tenido Machado y Acosta.
Yuandale Evans usó esta bata para su pelea con Machado, honrando al puertorriqueño Luis Rosa, quien había sido su último rival y pereció en un accidente automovilístico en enero de este año.
Para ganar el cetro de la AMB, Machado tuvo que enfrentar al campeón panameño Jazreel Corrales, ligado promocionalmente a la Golden Boy, quien tenía marca de 22-1 y ocho nocauts y, para colmo, se pasó por más de tres libras en el pesaje, y aventajaba al boricua en las tres tarjetas, incluso derribándolo en el quinto asalto, antes de que El Explosivo lo explotara por nocaut en el octavo episodio,
Luego Machado enfrentó a su primer retador, Raphael Mensah, quien estaba invicto con 23 nocauts en 31 peleas.
A Tito, entretanto, tampoco le pusieron en bandeja de plata el cetro minimosca de la OMB cuando tuvo que ir a Japón para medirse con el invicto bicampeón mundial Kosei Tanaka en mayo de 2017, y le hizo una pelea tan meritoria que justamente recibió después la oportunidad de ganar el cetro vacante cuando Tanaka se aupó hacia las 112 libras.
Luego de dominar ampliamente al mexicano Juan Alejo para ganar el cetro vacante, Tito se apuntó el 13 de octubre un nocaut de ambulancia en el segundo asalto frente al mexicano Abraham ‘Choko’ Rodríguez y ahora se dirige a hacer su defensa obligatoria ante el japonés Ryuji Hara (23-2 y 14), quien sobre el papel debería ser su oponente más peligroso desde que enfrentó a Tanaka.
Para no perder el paso frente a su compañero de cuadra, Machado también deslumbró este sábado al retener su cetro por segunda vez cuando derribó tres veces en el primer asalto a Yuandale Evans para apuntarse un rápido nocaut.
Según él mismo dijo después de ese combate, Machado ahora anda en busca de una pelea con el excampeón mundial mexicano Francisco ‘Bandido’ Vargas, un deseo que pudiera facilitársele debido a que Vargas también está ligado a la Golden Boy.
Sería la pelea ideal en esta etapa de su carrera: tiene nombre, y es un típico guerrero frontal mexicano que debería encajarle perfectamente a un Machado que ha venido convirtiéndose en un peleador formidable, y una pesadilla para la oposición: un zurdo alto (5’10”) de gran pegada que ahora, para colmo, también boxea, posee un jab muy efectivo y mantiene a sus oponentes a distancia… o les hace pagar muy caro cuando tratan de acercársele, como acaba de descubrir el pobre Yuandale.
La de este sábado fue una actuación tan devastadora, de paso, que no dudo que de inmediato el Bandido Vargas le haya añadido unos cuantos miles adicionales a la bolsa que pretendería recibir por correrse el riesgo.
En fin, los dos, tanto Tito como Machado, parecen estar entrando ahora en la etapa más difícil de sus carreras, cuando los demás peleadores de su división empiezan a pensarlo dos veces antes de pelear con ellos… pero tampoco se han convertido en superestrellas, con la capacidad de que los otros acepten pelear con ellos debido a las grandes bolsas que se les ofrecen.
Algunos llegan eventualmente a ese nivel: Trinidad lo hizo cuando derrotó a De la Hoya, Gómez cuando venció a Zárate, y Pedraza y Manny de seguro deberían lograrlo si vencen a Lomachenko e Inoue, respectivamente.
Tito tal vez reciba esa oportunidad si logra enfrentarse en una revancha a Tanaka, quien es ahora campeón de las 112 libras, y Machado si finalmente se mide a alguno de los otros cotizados campeones de su categoría: Miguel Berchelt, Gervonta Davis o incluso Masayuki Ito.
El futuro está en sus puños… digo, en sus manos.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
(ceuyoyi@hotmail.com).
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