Aunque usted no lo crea, el futuro inmediato nos depara numerosas peleas importantes que incluso pueden resultar mejores que la del 5 de mayo entre Canelo y Golovkin, aunque esta última sigue acaparando los titulares gracias, en buena medida, a la controversia causada, por el positivo a clembuterol reflejado por el mexicano.
Entre estas se encuentran los pleitos de Jeff Horn contra Terence Crawford; la unificatoria en los junior medianos entre Erislandy Lara y Jarrett Hurd; la defensa de quien podría despuntar como la próxima gran figura de las 160 libras, Billy Joe Saunders, ante Martin Murray y la esperada revancha entre Leo Santa Cruz y Abner Mares.
Una de las más importantes, por su relevancia para una división del peso completo que súbitamente está creando un gran interés, es la reyerta unificatoria que sostendrán el sábado próximo en Cardiff el campeón de la FIB y de la AMB, el británico Anthony Joshua (20-0 y 20, 6’6” de estatura) y el neozelandés Joseph Parker (24-0 y 18), monarca de la OMB.

Gran parte del interés de esta pelea obedece a la probabilidad de que con una victoria Joshua, el gran favorito (en promedio las casas de apuestas lo tienen arriba 10-1), se encamine a la tan esperada confrontación con el otro cheche de la película en la división máxima, Deontay Wilder (40-0 y 39 nocauts), el monarca del CMB.
Ya Wilder cumplió con su parte cuando el 3 de marzo, luego de cruzar el Niagara en bicicleta ante Luis ‘King Kong’ Ortiz, finalmente logró disponer del cubano que tenía marca de 28-0 y 24 nocauts para imponerse por nocaut técnico en el décimo episodio.
Aunque Parker no es considerado un rival potencialmente tan peligroso para Joshua, sí se trata de un peleador que mide 6’4” de estatura y que ha superado a algunos rivales de primer orden en sus últimas peleas, incluyendo al británico Hughie Fury (entonces 20-0 y 10), a quien superó por decisión mayoritaria en Inglaterra en su última presentación en septiembre.
Joshua, sin embargo, es una superestrella en su país y está avanzando también como figura de gran reconocimiento mundial, en especial gracias a su impresionante y luchada victoria sobre el legendario Wladimir Kitschko, a quien noqueó en el undécimo asalto luego de recuperarse de una caída en el sexto.

Su atractivo es tal, de hecho, que sus combates fueron presenciados por 90,000 espectadores en el Estadio Wembley cuando se enfrentó a Kitschko y, lo que tal vez sea incluso más impresionante, por otros 78,000 en su última defensa ante Carlos Takam, a quien noqueó٠en el décimo asalto el 28 de octubre en el mismo Principality Stadium de Cardiff, en el país de Gales, donde se escenificará la pelea del sábado.
Y donde se espera ahora otro público de alrededor de 80,000 espectadores.
El camerunés Takam, de paso, había perdido por decisión ante Parker en 2016.
En fin, algunos especulan que incluso el que Parker logre evitar una derrota por nocaut sería una sorpresa mayúscula, y una victoria suya ante Joshua sería casi impensable, por no decir que posiblemente resultaría devastador para la división pesada al perder a quien despunta como su figura dominante y más taquillera.
El mismo Joshua, quien tiene 28 años, está consciente de ello.

“Si yo no estuviera dictando a pauta, nadie se estuviera fijando en esta división”, dijo recientemente. “La división estaba muerta y yo logré resucitarla. Estoy en esta posición por una razón y es definitivo que no voy a botarlo por la borda”.
Quizá por la antipatía que le profesa a Joshua, Wilder cree que Parker, de 26 años, tiene alguna posibilidad de derrotarlo y hasta tiene la fórmula para hacerlo.
“Va a tener que seguir tirando golpes mientras se mueve y mueve la cabeza”, dijo. “Si hace eso, va a encontrar algunas aperturas algunas de las debilidades que Joshua tiene”.
Sin embargo, Tim Rayner, de Boxingnews24, expresó la opinión que resulta inevitable cuando uno va a pelear a casa de su rival y los jueces van a sentir la presión de los gritos de 80,000 partidarios, en gran medida, de su ídolo inglés.
“Si no noquea, es probable que Parker necesite por lo menos tumbarlo par de veces para que le den una decisión”.
¿Mi pronóstico para el sábado?
Parcialmente nublado con aguaceros dispersos.

El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad y de la novela El último kamikaze, ganadora del certamen del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 2016.
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