Deslumbra Saunders en Quebec
Lo que se esperaba que fuera un gran combate entre un agresivo golpeador y un rápido estilista rápidamente se desenvolvió como una exhibición de un solo lado en la noche del sábado y, al final, el británico Billy Joe Saunders, presentándose fuera de casa por primera vez en su carrera, se confirmó como una de las grandes figuras del boxeo actual.
Y una de las más resfrescantes también.
De 28 años de edad, Saunders (ahora 26-0 y 12 nocauts), aplastó con votaciones de 120-108, 118-110 y 117-111 a David Lemieux (38-4 y 33) en Quebec, para retener su cetro mediano de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
Más aún, luego de dominar completamente al canadiense Lemieux, un ídolo local peleando frente a miles de partidarios, quien a su vez es un exmonarca de la FIB considerado entre los mejores medianos del mundo, Saunders se confirmó a su vez como un legítimo rival de quien gane la revancha que parece lista para celebrarse en mayo entre Gennady Golovkin y Canelo Alvarez por la supremacía absoluta de las 160 libras.
Aunque se trata de un encuentro por el cual Saunders, quien no tiene pelos en la lengua, lleva tiempo clamando, después de su actuación sabatina serán muchos los que empiecen a tomarle en serio.
“Saunders jugó con él (Lemieux)”, escribió٠ en un ‘tuit’ Dan Rafael, de ESPN.com. “Lemieux lució incluso más desconcertado sobre el ring que de lo que Rigo había lucido la semana anterior ante Loma.
“Dominó a Lemieux desde el mismo primer golpe que tirؚó en el primer asalto”, dijo a su vez Max Kellerman, comentarista de la transmisión de HBO.
Ligado a la Golden Boy Promotions de Oscar de la Hoya, que copromoteó el evento con el promotor británico Frank Warren, Lemieux, según se recordará, era quien insistentemente había cabildeado por ser el rival de despedida de Miguel Cotto el pasado 2 de diciembre, e incluso declinó una oferta para retar a Saunders en Inglaterra en septiembre debido a esa posibilidad.
De 5’11” de estatura, buena apariencia y una confianza absoluta, Saunders, quien ganó sus primeros 49 combates como aficionado y representó a su país en las olimpiadas de 2008, añade a su arsenal de atractivos una elocuencia simpática e ingeniosa.
“Yo sé que ustedes me están abucheando porque le pateé el trasero a su muchacho”, le dijo a la fanaticada canadiense tras la pelea, “pero yo no hubiera venido aquí si creyera que él me iba a vencer”.
Saunders, naturalmente, había dicho antes del combate que estaba dispuesto a darle toda su bolsa a Lemieux si este lograba noquearlo, y luego modificó su propuesta a que hicieran una apuesta personal de $500,000.
Después, con un estilo de movimientos continuos y un martilleante jab de derecha, Saunders también retó al público hostil al mofarse de su oponente durante la pelea, incluyendo un gesto a lo Muhammad Ali en el que se quedó parado sobre el ring y mirando a la distancia con el guante sobre la cara, como si quisiera ver dónde había llegado un golpe fallado por Lemieux por amplio margen.
“Estoy a un paso de una pelea con Canelo o Golovkin “, había dicho antes de la pelea.
Y muchos empiezan a creer que también pudiera ganarla.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad. Acaba de publicar su primera novela publicada, El último kamikaze, ganadora del Premio Nacional de Novela del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
(ceuyoyi@hotmail.com).
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