Un dirigente que no olvida sus derrotas
Para muchos otros dirigentes, la derrota pudo haber sido devastadora.
En efecto, al visitar a los subcampeones nacionales Artesanos de Las Piedras el viernes de la semana pasada en el inicio de la serie por el campeonato de la Sección Este, los Cariduros de Fajardo mantenían una ventaja de 2-1 al llegar a la novena entrada, apoyándose del brazo de su estelar Jean Félix Ortega.
Sin embargo, los Artesanos lograron empatar el marcador 2-2 en la parte baja de la novena y sacaron el juego en la duodécima, cuando una base por bolas a Luis Cintrón con las bases llenas produjo la anotación victoriosa.
El dirigente derrotado, sin embargo, lo fue el veterano Carlos Ferrer, quien, pese a su larga e ilustre carrera llena de logros, también parece haber sufrido algunas de las derrotas más devastadoras que pueda sufrir dirigente alguno.
La más memorable todavía pudiera ser la que, como dirigente de los Grises de Humacao, sufrió en el séptimo juego de la final por el cetro seccional contra los Mulos de Juncos en 2007.
“Ese juego lo estábamos ganando 1-0 en Humacao con un out en la novena entrada”, recordó, “cuando el bateador de Juncos se embasó por error del campo corto. Este también tiró mal a primera, por lo que el corredor llegó a segunda”.
Luego de un hit que empató el juego, Humacao tuvo a ese corredor atrapado entre primera y segunda pero entonces al primera base se le cayó la bola y el corredor regresó a la inicial.
El segundo out se consiguió mediante un bombo a la segunda base, pero entonces el siguiente bateador conectó un largo batazo entre el ‘center’ y el ‘left’ para darle la ventaja a Juncos.
“Luego nosotros no pudimos anotar en la novena entrada”, dijo Ferrer. “¿Qué si fue una derrota dolorosa? Pues todavía duele”.
El año pasado, entretanto, cuando Ferrer regresó a dirigir a los Grises y los condujo al primer lugar de la temporada regular, el dirigente volvió a sufrir otra devastadora derrota en el séptimo juego de la final seccional al caer 1-0 en la Ciudad Gris ante los Azucareros de Yabucoa, nuevamente quedándose a un paso de bailar en el Carnaval de Campeones.
“Son juegos que lo afectan mucho a uno en el momento”, dijo Ferrer.
“Es muy duro perder en el juego decisivo de una final”, agregó, “pero uno se dice que por lo menos tiene la satisfacción de haber llegado hasta ese punto: que estuvo entre los dos mejores equipos hasta el final”.
“Sabíamos que esta serie con Las Piedras iba a ser una serie muy buena, bien reñida, entre dos equipos que se parecen mucho y tienen grandes fanaticadas”, dijo el cidreño Ferrer, un destacado intermedista que jugó con los Bravos de Cidra desde 1969 hasta 1991, siendo miembro de la Selección Nacional durante 24 años, 12 como jugador y otros 12 como ‘coach’ bajo el mando de Chemane Carradero.
“Las Piedras fue un equipo dominante este año (tuvo el mejor récord global con 15-3) y, además de tener buen pitcheo y defensa, su ofensiva es una de las mejores de la Liga”.
Como ‘coach’, Ferrer está acostumbrado a los campeonatos, habiendo sido ‘coach’ de banco con los Bravos cuando estos se coronaron en 2012 y 2013, y también celebró un cetro nacional como jugador con los Bravos, pero en su vigésima temporada como dirigente él está buscando todavía ese primer cetro nacional, a pesar de que no les son extraños los reconocimientos personales: fue reconocido como Dirigente del Año de la Doble A tanto en 1992 (Patillas) en su primera temporada como dirigente en propiedad, como con los Grises el año pasado.
Pero también sabe que los logros personales no son tan duraderos: después de su gran temporada al mando de Humacao en 2016, él renunció a la dirección del equipo poco antes del comienzo de la presente campaña “cuando tuvimos unas diferencias con el apoderado en torno a sus dietas”.
“Hubo un cambio después de lo que se había acordado inicialmente y terminamos renunciando el ‘staff’ completo de ‘coaches’”, dijo, recordando que entre sus asistentes estaba el legendario Carradero y el humacaeño Javier Hernández, quien, a la larga, pasֶó a clasificar a los Jueyeros de Maunabo en su primera experiencia como dirigente de Doble A este año.
Esta vez, ante Las Piedras, por lo menos la derrota devastadora ocurrió al principio y los Cariduros lograron reponerse para ganar el segundo juego en su casa 6-3 el pasado domingo.
Pero desde entonces la serie ha seguido desarrollándose como una de grandes retos para los nervios de todo el mundo: el viernes, en el tercer juego, celebrado en Las Piedras, Jean Félix Ortega nuevamente iba ganando 2-1 hasta la octava entrada, cuando los Artesanos marcaron dos para llevarse la victoria.
Y el sábado, en Fajardo, Las Piedras perdió una temprana ventaja 1-0 para eventualmente caer 2-1 ante los Cariduros al solo poder conectar dos hits.
Tal parece que va a ser una serie llena de derrotas dolorosas para ambos bandos hasta el final.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad. Acaba de publicar su primera novela, El último kamikaze, ganadora del Premio Nacional de Novela del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
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